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Más de 3.1 millones de niños trabajan en México, de los cuales el 60 por ciento ha abandonado sus estudios por falta de recursos económicos o porque sus padres los obligan, informó la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

En la ciudad de Mérida, Yucatán, el subsecretario de Inclusión Laboral de la dependencia, Ignacio Rubí Salazar, remarcó que los infantes son empleados en los tres principales sectores de la economía nacional, (comercio, servicios, industria de la construcción).

Aseveró,  que las personas que comienzan a trabajar en una edad temprana reducen sus posibilidades de desarrollo familiar y personal, debido a que la gran mayoría no accede a un sistema escolarizado que les permita especializarse en un oficio o carrera.

Dio a conocer, que el gobierno federal realiza un esfuerzo mediante la creación de la Comisión Intersecretarial para la Prevención y la Erradicación del Trabajo Infantil, la cual a su vez envió una iniciativa a la diputación permanente de reformas al 123 fracción tercera, apartado A.

La nueva reforma pretende aumentar la edad mínima para trabajar, de los 14 a los 15 años de edad, permitiendo que los infantes terminen su educación básica, asegurándoles mejores oportunidades para acceder al sistema media superior o superior.

Precisó que la suma de los seis años de primaria y tres de secundaria, permite a los niños tener un nivel de calificación, conocimientos, habilidades y destrezas mayor a que si abandonan la escuela.

Además, dijo, podría encontrar un empleo digno y mejor remunerado, pero sobre todo, su contribución a la productividad del país, al crecimiento económico del país es mayor.

Unicef incrementa la cifra a 3.6 millones

El Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidad para la Infancia (Unicef) elevó la cifra de menores que trabajan en México, aumentándola a 3.6 millones, colocándoles entre los cinco y 17 años de edad.

Lo anterior equivale al 12,5% de la población infantil de este mismo rango de edad. De ellos, 1.1 millones son menores de 14 años; es decir, no han cumplido con la edad mínima para trabajar marcada por la Ley Federal del Trabajo.

El trabajo infantil no está extendido en igual medida entre los niños y las niñas: los niños trabajadores superan casi el doble en número a las niñas que trabajan: el 67% de los niños entre 5 y 17 años trabaja, en comparación con el 33% que son niñas.