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La violencia sexual contra las mujeres ha sido siempre un arma de la guerra, pero también ocurre en contextos de paz degradada, inseguridad, conflictos sociales y desastres naturales o provocados por el hombre, afirmó Carmen Moreno Toscano, de la Comisión Interamericana de las Mujeres.

En el seminario internacional Fin de la violencia sexual en conflictos, realizado en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la secretaria ejecutiva de la comisión advirtió que es necesario hacer más visible este tema.

Indicó que los contextos de enfrentamiento militar ofrecen las condiciones perfectas para que se cometan y queden impunes estos delitos, aunque también hay otros entornos donde se presentan.

El tema de fondo, dijo Moreno Toscano, es una distorsionada formación social, donde se cree que los hombres tienen derecho de “usar” a las mujeres.

Durante la ceremonia de inauguración del seminario, la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Lorena Cruz Sánchez, recordó que históricamente este sector de la sociedad ha sido parte del “botín de guerra”.

Incluso, abrió su participación con una cita de “La Odisea” donde se ejemplifica este caso, y calificó la violencia sexual como “un delito infame”, lamentablemente asociado a la guerra, pero que también ocurre a diario, a todas horas y en todas partes.

La información escasa, distorsionada e inoportuna contribuye a una impunidad que la comunidad internacional tiene el imperativo ético de combatir a toda costa, señaló.

Al respecto, la ministra consejera de la embajada del Reino de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte en México, Stephanie Al-Qaq, señaló que en los conflictos armados rara vez se habla de perseguir a quienes cometen estos crímenes, por lo que es indispensable que se haga justicia a las víctimas.

Adelantó que el Reino Unido está convocando a una cumbre internacional en Londres para abordar este tema desde la comunidad mundial y eligió a México como promotor regional del tema.

En su intervención, presentó un mensaje videograbado del canciller británico, William Jefferson Hargue, quien invitó a la comunidad internacional a participar en la cumbre de Londres del 10 al 14 de junio.

La intención, dijo, es erradicar de una vez este tema que requiere “atención global y liderazgo local”, así como la voluntad política de los gobiernos y el apoyo decidido de la población civil.

En su oportunidad, la subsecretaria de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Lía Limón, se refirió a la violencia sexual durante los conflictos armados como actos de tortura, e indicó que se tienen documentados por lo menos 37 mil casos en algunas zonas de enfrentamientos.

Sin embargo, Limón García reconoció que el tema es mucho más extenso y se debe difundir para combatirlo, por lo que propuso que en ese tipo de lugares se establezcan albergues para víctimas, custodiados por el Comité Internacional de la Cruz Roja.

Expuso que en tiempos de paz es difícil para las víctimas tener acceso a la justicia, y más cuando hay guerra, por lo que lo ideal sería garantizarlo con tribunales especiales y establecer esquemas de atención gratuitos para las mujeres agredidas.