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La Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), reiteró que el retraso en el ejercicio del gasto público, que de acuerdo con analistas es el más pronunciado desde 1995, ha provocado que alrededor de 30 mil empresas padezcan retrasos de más de 60 días en el pago de los servicios que ofrecen al gobierno. Muchas de ellas de quebrar definitivamente

Asimismo puntualizó que la mayoría de las empresas afectadas por el retraso en los pagos del gobierno son micro, pequeñas y medianas, quienes tienen una necesidad más urgente de recursos y menor capacidad para hacer frente ese tipo de eventualidades.

Alpizar Vallejo señaló si bien los empresarios comprenden que el cambio de gobierno implica un proceso de adaptación por parte de quienes asumen los cargos, “es muy importante a que se haga ya un llamado urgente a ejercer de manera inmediata los programas de gobierno”.

Retraso en el gasto público afecta generación de empleo: Ficrea

Por su parte Sergio Ortiz Valencia, director general de la sociedad financiera Ficrea, dijo que el retraso con que el gobierno federal ha gastado el presupuesto federal en los primeros meses del año es una de las causas que explica la baja generación de empleo, dado que se han retrasado proyectos relacionados con el sector público.

“El retraimiento del gasto público provoca que la meta de generación de empleos, tan necesarios en México, no se cumpla, porque al no haber inyección de recursos, los proyectos productivos se encuentran detenidos”, aseguró Sergio Ortiz.

Las pequeñas y medianas empresas (Pymes) son las que mayormente sufren por la carencia de recursos y si la inversión pública no se activa, difícilmente podrán abordarse los nuevos proyectos generadores del empleo, afirmó.

“De acuerdo a los reportes del Instituto Mexicano del Seguro Social, en mayo se crearon sólo seis mil 929 nuevos empleos, y en los últimos once meses, 623 mil” y ello se debe a la falta de apertura de nuevas empresas y al no emprendimiento de nuevos proyectos, sostuvo.

La cantidad de empleos generados entre enero y mayo pasados es menos de la mitad del millón y medio de nuevas plazas que se requieren generar cada año para atender la demanda de la población que se incorpora al mercado de trabajo, dijo.

“A las Pymes hay que impulsarlas, tanto en su creación, como en su desarrollo y la mejor forma de lograrlo es a través de la inyección de recursos de forma natural y recurrente”, agregó Ortiz Valencia.

Dijo que para solventar la carencia de un gasto publico, la empresa en México depende de la inyección de recursos a través del ahorro interno, vía los esquemas de captación de las instituciones financieras.

“El gobierno no está gastando”, afirmó. “Desafortunadamente no hay proyectos y en eso se escudan algunas instituciones financieras, que argumentan que tienen sobrantes de tesorería y es más fácil Invertir en valores gubernamentales y no hacen el esfuerzo por promocionar la colocación de recursos productivos”, dijo.

Retraso en gasto tira al consumo e inversión pública al inicio del 2013

La actividad gubernamental perdió su carácter anti cíclico durante el primer trimestre del 2013. El consumo del sector público bajó en términos reales 0.7% a tasa anual, el peor desempeño desde principios del 2005. En tanto que su inversión registró una variación negativa de 2.5%, el peor comportamiento en casi 2 años, de acuerdo a datos reportados por el INEGI.

El consumo y la inversión proveniente del gobierno representaron el 11.2 y el 3.6% del Producto Interno Bruto reportado en los 3 primeros meses del año. En tanto que su desempeño restó en ambos casos 0.1 puntos a la actividad económica en el periodo de referencia.

El desempeño del sector público, en esta ocasión, fue un lastre que impidió un mejor desempeño del PIB, debido a la estacionalidad con que se ejerce el gasto y a la curva de aprendizaje por la que tuvo que pasar la nueva administración de Enrique Peña Nieto.

En el primer trimestre del año, el gasto programable presupuestario, por clasificación económica, experimentó un baja en términos reales de 11.0%, con respecto a igual periodo del año pasado. En tanto el gasto corriente bajo 11.2 y el de capital 10.3%, en cada caso.

A partir del pasado abril se notó una recuperación en el comportamiento del gasto, situación que se hará más evidente en la segunda parte del año.

La actividad del sector privado, aunque fue mejor que la gubernamental, tampoco logró escapar al proceso de desaceleración.

El consumo privado subió 2.6% a tasa real anual en los 3 primeros meses del año, cifra menor al 4.2% observado en el mismo periodo del 2012.

Mientras la inversión se mostró más castigada al subir solamente un anémico 0.4%, el menor desempeño desde principios del 2010.

El consumo y la inversión del sector privado representan el 68.6 y el 18.1% del PIB. Cabe destacar que en el caso del consumo de productos importados se observó un explosivo incremento de 8.5% a tasa real, mientras que el de contenido nacional subió solamente 1.6%.

En su conjunto, el desempeño del sector privado contribuyó al crecimiento de la economía con 1.9 puntos, que en buena parte se vio diluido por la aportación negativa del sector gobierno, del externo y de la variación de existencias. En conjunto, esto provocó que el PIB creciera a tasa anual solamente 0.8% en el primer trimestre del 2013. Dicha variación fue la más baja desde finales del 2009.

La actividad económica probablemente presente un mejor desempeño en el segundo trimestre que está por concluir, lo que reforzará en segundo semestre del año. Este mayor dinamismo quizá no tenga el suficiente impulso para evitar que la economía mexicana crezca por debajo del 3.0% en el presente año, por debajo de la estimación oficial que recientemente se revisó a la baja.