AL ELECTORADO:

"La Iglesia en manos de Lutero": Refrán popular

Lo primero que hemos de tener claro es que nuestro sistema electoral y sus leyes están basados en la desconfianza.

No es de gratis que la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales incluya tantos candados. Penoso y lamentable, pero cierto.

¿Por qué es así? Porque nuestros políticos suelen violar la ley; los ciudadanos echamos pestes, pero en concreto no hacemos nada al respecto ni exigimos que sus casos sean investigados y judicializados.

Vaya esta explicación para referirme a las principales propuestas de cambio de la Reforma Electoral (RE) lópezobradorista y que ahora se discute en la Cámara de Diputados:

1.- Unificación de las autoridades electorales, desaparición del INE y de los organismos públicos locales electorales (OPLE’s).

Si lo que MORENA quiere es una regresión hacia el autoritarismo, éste es el camino perfecto. Desaparecer el INE para crear el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas dependiente del gobierno es una aberración. Adiós a la autonomía, la confianza, la certidumbre… Ya nada más faltaría que este gobierno pusiera a un militar al frente.

En cuanto a la desaparición de los OPLE’s para dar paso a cuerpos temporales para organizar las elecciones en los estados, nos llevaría a la más pura improvisación, pues tiraría por la borda el servicio profesional de carrera. Los funcionarios temporales podrán ser inteligentes, honestos y bien intencionados, pero sin un profundo conocimiento de la ley electoral, introducirían un alto grado de incertidumbre en los procesos y resultados de los comicios.

2.- Eliminar el financiamiento público para actividades ordinarias de los partidos.

La modificación consistiría en que para sus gastos cotidianos, los partidos recurrirían al financiamiento privado, a través de aportaciones de simpatizantes y militantes. Supuestamente habría reglas específicas para identificar cada aportación y topes en los montos.

Ha de sonar bien a quienes están hartos de la ineficiencia y el distanciamiento de los partidos, pero no creo que sea la solución por los serios inconvenientes que implicaría.

Veo muy alta la probabilidad de que el dinero del crimen organizado se infiltre en los partidos, a través de pequeñas empresas fantasmas y aportaciones individuales (goteo). Si contando con una ley estricta como la actual ya hay indicios de que así ocurre, imagínense dejando el fondeo abierto.

Por otra parte, tal modificación beneficiaría al partido en el poder, sobre todo uno como el actual, que reparte dádivas a diestra y siniestra. Aplicaría la lógica de que “mi partido te da un apoyo de tantos miles al mes/bimestre, y tú te mochas con un par de cientos para que sigamos juntos…” Así de simple.

Asimismo, quien imaginó tal modificación no tiene idea del esfuerzo gigantesco que requiere la recaudación de fondos. Si tratándose de causas nobles y habiendo deducibilidad es dificilísimo, imagínense obtener fondos para los partidos de oposición. Morirían de inanición y el partido en el poder acudiría muy contento al funeral…

Los partidos pueden ser muy criticables, pero los necesitamos para nuestra democracia y sobre este tema a me referí en este espacio, en mi columna titulada Reforma Electoral 1: la paja en el ojo ajeno (18/10/22), la cual respetuosamente les sugiero leer. No es el financiamiento lo que tiene que cambiar, sino los partidos los que deben que cumplirle a  la ciudadanía; y la gente, así exigirlo…

3.- Otras modificaciones

La absurda propuesta de elección de consejeros electorales ya la abordé en este espacio, REFORMA ELECTORAL 2: Asalto al INE (19/10/22) y no quisiera repetirme, pero les reitero que al ser propuestos los candidatos por los tres Poderes, no hay garantía de que sean institucionales ni apartidistas. Y “en cuanto a la supuesta democratización de la elección de los consejeros a través del voto ciudadano, se corre el riesgo de que la gente vote por los candidatos con carisma, que conquisten con frases pegadoras, siendo que un consejero electoral no está para caerle bien a nadie, sino para conocer a fondo la ley electoral y aplicarla con rigor y transparencia.”

Mañana, con gusto me referiré al voto electrónico y a la eliminación de 200 diputados y 32 senadores plurinominales; les adelanto que esto último amenaza con dejar sin voz a las minorías.

La única razón que encuentro, por la cual MORENA pretende tirar al bote de la basura la experiencia acumulada en 30 años; y que a los electores nos tiene satisfechos, es para conservar el poder como lo hizo el PRI antes de que existiera el INE. ¡Con el mayor descaro, perfila la ruta autoritaria..!

MORENA está apostando a que la ciudadanía le ha aguantado todo y espera que también aguante este despojo.

No estaría tan seguro…

El INE es nuestro y es lo único que nos queda.

Leopoldo Mendívil

Colaboró: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

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