A LOS ELECTORES:

"Para dominar, el que domina no tiene otro camino sino negar a las masas el derecho a decir su palabra": Paulo Freire

Con esta entrega concluyo la serie sobre la Reforma Electoral (RE) propuesta por el presidente. No acostumbro a hacer series tan largas, pero la amenaza a nuestra democracia ahí está y por ello he querido compartir con ustedes algunas reflexiones.

1. El voto electrónico

A primera vista, sería el único aspecto positivo de la RE lopezobradorista, sí y solo si el INE sigue a cargo de los comicios.

Tal como está la legislación actual, podemos seguir los votos desde que se emiten y cuentan en la casilla hasta que se integran en la base de datos con el resto de los sufragios. Además de la transparencia, esto es lo que nos da confianza en que el resultado es legal y legítimo, aunque haya perdido el candidato de nuestra preferencia.

 

De hecho, el INE ya cuenta con los Lineamientos para Instrumentar el Voto Electrónico y, en las pasadas elecciones federales, realizó dos pruebas piloto en Coahuila y Jalisco, colocando 50 casillas en cada entidad.

Sin embargo, si desaparece el INE no hay ninguna garantía de que se continúe con los lineamientos, ni de que se perfeccionen. Por ello, en lo que no confío es en que el voto electrónico esté en manos del gobierno, controlando las elecciones, mucho menos las manos de un gobierno como el actual, caracterizado por la opacidad.

2. Reducción del número de diputados y senadores

Esta medida tiene por propósito disminuir el costo del Poder Legislativo y, muy probablemente en una visión simplista, resulte popular eliminar 200 diputados y 32 senadores.

¿Qué otro beneficio traería? Ninguno. ¿Qué riesgos implica? ¡Muchos...!:

Los diputados plurinominales surgieron en 1977 para dar voz y voto a las minorías ante un partido hegemónico, el PRI. Este fue uno de los primeros pasos en pro de la democracia: hacer posible el pluralismo y los contrapesos.

Si la RE lopezobradorista estuviera vigente el día de hoy, MORENA tendría la mayoría calificada para hacer los cambios constitucionales que le apetecieran, sin tomar en cuenta a la oposición. “Veámoslo con números,” les comenté en este mismo espacio el pasado abril: “En la actual Cámara de Diputados, MORENA tiene 125 diputados de mayoría y 78 plurinominales, para un total de 203 curules; si sumamos las 73 de sus aliados alcanza 276. Esto significa que, en conjunto, el partido de presidente tiene el 40 por ciento de la Cámara de Diputados.

“Si se eliminaran los 200 plurinominales y quedaran solo los 300 diputados de mayoría, MORENA y aliados tendrían 179 diputados de 300, es decir 60 por ciento de las curules, pero.., habiendo obtenido solo el 46 por ciento de la votación.” ¿Cómo la ven..?

Hay un aspecto todavía más peligroso: La RE propone la desaparición de los 300 distritos electorales, de tal suerte que cada estado se convierta en una unidad. En vez de que los candidatos compitan entre sí por un distrito al cual -por lo menos en teoría- son cercanos, los ciudadanos votaríamos por un partido. Por cada determinado número de votos, los partidos tendrían derecho a un diputado, el cual saldría de una lista previamente elaborada por las dirigencias partidistas. En síntesis, ¡la partidocracia y el centralismo en toda su expresión! ¿Quiere usted ser candidato? No es necesario trabajar su base electoral, con que quede bien con el dirigente, pues ya la hizo. Y usted como elector, ni idea tendrá de quién es su diputado.

No nos confundamos: no es el INE ni el sistema electoral los que están mal, ¡son nuestros representantes los que no cumplen con su obligación de hacerse cargo de la agenda ciudadana. Son los legisladores, particularmente los diputados, los que no nos dan resultados; ellos y los partidos son los que tienen que cambiar.

3. Para terminar… por ahora.

Sin duda nuestro sistema electoral es perfectible, como todo en la vida, pero no es necesario cambiarlo de raíz y menos estando a la vuelta los comicios presidenciales. Lo que queda claro es que la Reforma Electoral lopezobradorista es profundamente antidemocrática y centralista.

Pareciera que la RE tuviera su origen en el resentimiento del inquilino de Palacio, cultivado desde 2006. Al respecto, una joven amiga me preguntó sinceramente: “¿Usted cree que si Andrés Manuel hubiera ganado en el 2006, gobernaría con menos odio?” La respuesta la tiene el propio presidente…

Mientras tanto, reflexionemos y actuemos en consecuencia, pues entre esta intentona autoritaria y la presencia militar desbordada, quién sabe qué nos pueda deparar el futuro cercano.

Colaboró: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

Correo: LmendíThis email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

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