La situación al interior de Morena está complicada debido a que enfrenta ya una abierta división y el horizonte no es muy halagador.
Habrá que recordar que el mes pasado, muchos consejeros le reprocharon a la dirigencia nacional que ese instituto político esté en el peor momento desde que se fundó, debido a faltas a los estatutos, prácticas autoritarias y el establecimiento de estructuras cupulares. En ese entonces denunciaron un “autosabotaje” por parte de Mario Delgado Carrillo para evitar que sesionara el Consejo Nacional.
Gibrán Ramírez, ex secretario general de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS) y quien declinó en favor de Delgado en el proceso de selección del presidente nacional, consideró que Morena es el partido “más autoritario de México”, por lo que hizo un llamado a reconstruir la democracia al interior de esa fuerza política.
Ahora tocó el turno a Francisco Ignacio Taibo Mahojo –mejor conocido como Paco Ignacio Taibo II– y John Ackerman de hacer señalamientos derivados de lo acontecido en el Consejo Nacional que se realizó el sábado 31 de octubre pasado.
El director del Fondo de Cultura Económica (FCE) y consejero nacional dijo en un video: “Si alguien ignora esto, ¡no sé dónde chingados está viviendo! Pregúntenle a la gente, te van a decir: Morena está en gresca permanente por la obtención de cargos, elige a sus candidatos de maneras muy discutibles.
“Mario (Delgado), tengo que decirlo claro, ¿o tú ves un partido que yo no veo por ningún lado? Y vivo en contacto con la base social día tras días regalando libros, hablando con la gente, asistiendo a reuniones de base en las poblaciones más aisladas, y lo que dicen ahí, es: ¿Cuál partido, dónde está? No hay posiciones claras de nada y no podemos ser un partido que propone democracia cuando no la practica.
“Mario, si no entiendes qué piensa el país de Morena, renuncia, no hay bronca; súmate a lo que puedes hacer y algunas veces has hecho muy bien defendiendo la contrarreforma energética”.
Consideró que en las elecciones del próximo año “se repetirá la crisis si no cambian los mecanismos de selección”, porque los candidatos se eligen a través de encuestas en las que se mide la popularidad.
Por su parte, Ackerman –a través de un artículo publicado en La Jornada el lunes pasado– señaló: “Crece y se consolida un silencioso pero potente movimiento dentro del partido gobernante en favor del rescate del principal instrumento político de la Cuarta Transformación de las manos de los oportunistas que quisieran convertirlo en un nuevo PRI”.
El académico de la UNAM considera que “si se pretende que la Cuarta Transformación sea un fenómeno transexenal que perdure más allá de las elecciones presidenciales de 2024, es necesario que Morena se consolide como un partido fuerte, plural, participativo y firmemente arraigado en las bases. De lo contrario, si se convierte en un simple aparato electorero al servicio de pequeñas sectas interesadas en llegar a puestos públicos, el actual proceso de profunda transformación política llegará a un abrupto fin el 1º de octubre de 2024.
“…Pero la actual dirigencia camina en sentido contrario. En la sesión del Consejo Nacional celebrada el sábado 30 de octubre, tanto Mario Delgado como Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacional, recurrieron a reprobables prácticas propias del viejo régimen.
En primer lugar, Luján incumplió su promesa pública manifestada en la sesión del Consejo Nacional del 3 de octubre de emitir de inmediato la convocatoria para una nueva sesión, ello con el fin de darle tiempo a Delgado para que operara con los consejeros nacionales. Segundo, cuando Luján finalmente emitió la convocatoria, el pasado 15 de octubre, incumplió de nuevo con su palabra al no incorporar una sola de las excelentes propuestas planteadas por los consejeros nacionales en favor de la institucionalidad y la democratización del partido.
“…Cuarto, durante los dos días previos a la celebración del Consejo Nacional, la Secretaría Técnica del CEN de Morena organizó reuniones en lo oscurito en un hotel de la Ciudad de México entre la dirigencia del partido y algunos consejeros nacionales con el fin de incentivar su voto en favor de la estructura paralela de Delgado.
“…Afortunadamente, a pesar de estos lamentables esfuerzos por manipular la asamblea, fracasó el intento de enterrar los estatutos de Morena. Los nuevos lineamientos de afiliación, propuestos por Delgado para validar su estructura paralela, sólo alcanzaron el respaldo de 70 de los 280 consejeros nacionales vigentes, apenas 25 por ciento de la votación, cantidad insuficiente para contar con validez legal. La afiliación seguirá entonces bajo el mando de la Secretaría de Organización, tal como lo indica el estatuto.
Este resultado demuestra que la militancia de Morena es cada vez menos tolerante frente a la reproducción de las prácticas políticas del pasado y exige ser tomada en cuenta.
La dirigencia debe escuchar a las bases y rectificar de inmediato”.
La gente podría pensar que al interior del partido las cosas marchan de maravilla y que los rumores de hostilidades entre grupos de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador son meros rumores pero los enfrentamientos entre grupos son reales.
Existen dos proyectos: el de Mario Delgado, cuya prioridad es que su jefe Marcelo Ebrard obtenga la candidatura presidencial, por un lado, y el de aquellos que prefieren un partido fuerte, democrático, a partir del cual se generen los liderazgos a lo largo y ancho del país y que, obviamente, se contrapone con las instrucciones que le dieron a Mario Delgado.
El pragmatismo de Delgado Carrillo choca con la visión de partido de Paco Ignacio Taibo II y de John Ackerman. Al primero le importan los resultados electorales para mantenerse en el cargo y con ello establecer la estructura paralela para impulsar al Secretario de Relaciones Exteriores. No es un hombre que haya realizado trabajo político a ras del piso y no conoce a muchos de los liderazgos.
Sus detractores: Gibran Ramírez, Paco Ignacio Taibo II y John Ackerman, tienen los suficientes conocimientos del trabajo partidista para realizar las denuncias de lo que acontece y del giro que se debe dar a la conducción del partido para que no le suceda lo mismo que a otros institutos políticos.
Aunque a muchos no les guste, es el enfrentamiento entre tecnócratas y políticos, entre neoliberales e izquierdistas, pragmatismo vs programa.
POR LAS CALLES…
Pancho Domínguez, panista ex gobernador de Querétaro, escribió ayer en Twitter: “La derrota anticipada es, en política, entreguismo. Las oposiciones son poderosas en el país.
Hay más personas con nosotros que contra nosotros. @AccionNacional debe sacudirse la mediocridad. Es el momento de una diálisis para darle talento, valentía y empatía: nueva vida”. Lo anterior, en clara alusión al audio que dio a conocer Latinus Diario en el que se escucha a Marko Cortés, presidente nacional de Acción Nacional, dirigirse a miembros de ese partido en Aguascalientes en septiembre pasado. “Se los digo en casa, la única gubernatura que tenemos posibilidades de ganar, reales, auténticas y bien ganada es esta. No hay más. Está muy complicado Durango, Tamaulipas, Quintana Roo, Hidalgo y Oaxaca, ¿qué les cuento?” Habrá que recordar que el queretano dijo en su momento que no competiría por la presidencia nacional del PAN por la falta de condiciones democráticas. Luego, rechazó la invitación que le hiciera Cortés para ser el responsable en Durango, Hidalgo, Oaxaca o Quintana Roo con miras a las elecciones del próximo año. “Me veo obligado a declinar por anticipado. Cumplí con mi responsabilidad en #Querétaro; el presidente del CEN debe cumplir con la suya: ganar elecciones. Rendí cuentas a la gente; Marko deberá rendirlas a la militancia”, escribió en Twitter. Muy clara la postura de Domínguez. El futuro de Pancho está después de los comicios de 2022.
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Twitter: GarciaJJavier
Periodista y analista político con 30 años de experiencia. Director y subdirector editorial de revistas y periódicos. Conductor de radio y televisión.