Ayer, Andrés Manuel López Obrador confirmó lo que ya se sabía: no es el presidente de todos los mexicanos

y se destapó como el líder social listo para enfrentar las elecciones de 2024.

El tabasqueño dejó claro que su interés está en demostrar –como sea, sin importar el costo– que la gente está con él, que el pueblo bueno lo apoya, y para confirmar el alto índice de popularidad que sobre él presentan las encuestas.

¿Hubo algo nuevo en su informe que no haya mencionado ya en sus mañaneras? No.

Dijo que durante su administración se está reduciendo la violencia. “La seguridad, la tranquilidad, la paz, no se puede delegar, se tiene uno que apersonar; el que gobierne tiene que dedicarse de manera cotidiana a enfrentar este flagelo de la conciencia”.

Que “Sembrado Vida” es el programa de reforestación más grande de todo el mundo.

Le dijo a sus adversarios que no coman ansias porque Dos Bocas ya va a empezar a refinar gasolina.

Aseguró que el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) es el mejor aeropuerto del mundo.

Manifestó que con “Jóvenes Construyendo el Futuro” se les da “oportunidad de trabajar un año de aprendices, en comercios, en el campo, para que no sirvan de semillero a los grupos de la delincuencia”.

Respecto del abasto de medicamentos, señaló que ya no “hay cajas registradoras”, porque ya no se cobra la atención médica ni las medicinas.

Reiteró que no buscará la reelección.

Su discurso fue para reiterarle que sigue siendo el mandatario que busca el bienestar de la gente, aunque en la realidad está afectando a millones de personas.

Como lo ha hecho en la mañanera, entre que dice mentiras, inventa cosas, se compromete a algo y no le da seguimiento a sus dichos, porque no le interesa cumplir con lo que dice. “Vamos a resolver el desabasto de medicamentos o me dejo de llamar Andrés Manuel” (25-11-21). “Yo ya puedo decirle a la gente de Tláhuac y a la gente de Iztapalapa y de Chalco, los que utilizan ese sistema de transporte (Línea 12 del Metro), que a más tardar en un año está funcionando de nuevo con toda la seguridad, y es mi palabra” (24 -06-21).

Entonces, ¿le sirvió de algo al país, a los mexicanos que encabezara una marcha que a todas luces significó un gasto? No.

Solo le sirvió para presentarse como el gran líder que tiene una impresionante capacidad de convocatoria. El problema es que la mayoría de la gente sabe como es que asistieron tantas personas a la marcha.

De entrada, es necesario reconocer que sí hay personas que participaron porque les nace, porque apoyan y le creen a López Obrador, pero también es cierto que si no hubieran metido la mano los gobernadores y funcionarios –al más puro estilo priista– no habría participado tanta gente.

Solo por poner un ejemplo: viene diciembre y con ello los comerciantes informales de la Ciudad Capital esperan la oportunidad de vender en diversos espacios. Este día, tuvieron que llevar entre cinco y 10 personas por cada uno de ellos.

Su destape es obligado por la realidad, esa cruel realidad que le ha demostrado a Andrés Manuel que su mundo se cae a pedazos por más que intente mostrar lo contarrio en las mañaneras.

Cada día hay más personas decepcionadas, porque han sido perjudicadas por sus decisiones. Una de las má recientes, el control de las afores que no hayan tenido movimiento durante varios años. La gente ya empezó a enterarse que no puede usar sus recursos porque su cuenta ya tiene un RFC diferente. Apenas empieza ese asalto a miles de personas, mismo que es el parteaguas de la debacle de Andrés Manuel y su 4T.

Pero el líder, el amadísimo líder, cree que tiene tiempo. No para hacer autocritica y realizar los cambios necesarios para dejar de dañar al país, para encauzar el barco. No. Él lo que quiere es ganar la elección Presidencial, del Congreso de la Unión y, principalmente, de la Ciudad de México.

Y por ello se pone al frente y avanza con esa mirada que siempre ha tenido: la de conquistar el poder por el poder.

Javier García

@GarciaJJavier

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Periodista y analista político con 30 años de experiencia. Director y subdirector editorial de revistas y periódicos. Conductor de radio y televisión.