Armando Quintero Martínez se ha convertido en una pesada losa, en una carga difícil de sobrellevar y que cada día cuesta
más jalar a nivel político y social. El año pasado, el periódico Excélsior publicó una nota con una denuncia por corrupción. “Uno de los casos más emblemáticos, es el de Gabriela Iglesias, dueña del comercio de cortes de carne “Arracherisima”, que a pesar de haber pagado una multa que le impuso el INVEA de 149 mil pesos que, por pronto pago, sólo pago 33 mil 773 pesos, la titular de la Dirección Ejecutiva de Asuntos Jurídicos de la alcaldía Iztacalco. Araceli Guerrero López, le está exigiendo el pago de 149 mil pesos en efectivo, de lo contrario le cerrara de manera permanente su negocio”.
En Iztacalco la gente está cansada, no sólo de “tanta pinche transa”, también de la desfachatez, del cinismo, de la soberbia, del ninguneo, de la mentira, de las promesas incumplidas, de la falta de compromiso con los iztacalquenses.
Conforme pasa el tiempo, Quintero se ha vuelto más cínico, más soberbio, lo que lo ha llevado a cometer gravísimos errores que están perjudicando a Morena.
En noviembre del año pasado, le dijo “carroñera” a la diputada local del PAN, Daniela
Álvarez Camacho, al increparlo por la muerte de las hermanas Sofía y Esmeralda al caer en una alcantarilla.
Este año, en el Congreso de la Ciudad de México, a Quintero se le ocurrió decir que ese tema debe ser olvidado, “porque ya son carne muerta”.
No supo atender la falta de agua en diversas colonias de la demarcación y abandonó a miles de personas a su suerte.
Las construcciones siguen siendo un dolor de cabeza para la gente.
Hace unas semanas, mandó desalojar a unos niños y los adultos que los llevaban para realizar su curso de verano, del Parque Acteal en la colonia Pantitlán.
El miércoles de la semana pasada, Quintero Martínez dio la instrucción de que se usara un dron de la Alcaldía para grabar la Asamblea Informativa de Claudia Sheinbaum Pardo que se llevó a cabo en la explanada de la Alcaldía.
Ese día, un funcionario –con el chaleco gris que en la espalda decía: “Comunicación Social”, y que es el que usa el personal que trabaja en esa área de la Alcaldía– estuvo haciendo pruebas con el dron antes de que llegara la ex jefa de Gobierno. Caminó entre la gente, manejando el equipo y se retiró.
Posteriormente, estuvo tomando fotos con el equipo de la Alcaldía, mismo que tenía en un pequeño maletín color gris, desde el balcon del edificio de la Alcaldía, en el que se encontraba el propio Quintero, por cierto, muy sonriente.
Más tarde, Sheinbaum Pardo publicó en Twitter un video tomado con un dron en el que se ve la gente que asistió al evento.
El funcionario de la Alcaldía Iztacalco participó en la asamblea de la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México en horas de trabajo, utilizando equipo oficial, lo que implica desvío de recursos.
Hizo un trabajo para la campaña –que no es campaña– de un partido político –Morena– con las herramientas de trabajo que son propiedad de la Alcaldía.
Por lo pronto, Morena deberá de considerar seriamente irse alejando de Armando Quintero quien, cada día que pasa, aumenta sus negativos, lo cual ya afecta al partido en Iztacalco.
Literalmente, Quintero Martínez es un caso perdido, al grado de impulsar a su cuñado Paco Sánchez para que sea su sucesor, cuando se trata de un personaje político ligado a la corrupción, por lo que fue inhabilitado 10 años.
Si el presidente Andrés Manuel López Obrador supiera lo que prentende hacer Armando Quintero, lo vetaría.
orge Javier García Mendoza
@GarciaJJavier
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Periodista y analista político con 30 años de experiencia. Director y subdirector editorial de revistas y periódicos. Conductor de radio y televisión.