La Reforma Política de la Ciudad de México, consolidada en la Constitución local de 2017, creó 16 alcaldías con
autoridades elegidas y en el artículo vigésimo segundo transitorio se indica: “Una vez concluido el proceso electoral correspondiente a 2018, el Congreso de la Ciudad de México deberá iniciar el proceso de revisión de la configuración para la división territorial de las demarcaciones que conforman la Ciudad de México, de conformidad con el criterio de equilibrar los tamaños poblacionales entre las alcaldías y de aquellos enunciados en el artículo 52 numeral 3 de esta Constitución. Este proceso deberá concluir a más tardar en diciembre de 2019”. Desde el año pasado inició funiones la III Legislatura y la división “duerme el sueño de los justos”.
En 2022, el diputado panista Diego Garrido propuso la división de las alcaldías de Iztapalapa y Gustavo A. Madero para la creación de siete nuevas, pero su planteamiento fue “congelado”.
Ahora hay dos promociones al respecto: la del propio Garrido y la de la senadora de Movimiento Ciudadano (MC), Alejandra Barrales.
En el primer caso, se propone reestructurar la alcaldía Iztapalapa, que se dividiría en cuatro: Cuitláhuac, Ignacio Zaragoza, Tezonco y Acatitla, con aproximadamente 450 000 habitantes cada una; GAM en tres: Cuautepec, Lindavista y Aragón, con aproximadamente 350 000 habitantes cada una; y Álvaro Obregón en dos: la original, con aproximadamente 420 000 habitantes y la nueva, San Ángel, con aproximadamente 330 000. Lo anterior debido a que rebasan la media poblacional y con ello se generan carencias.
Con este ajuste, la CDMX pasaría de 16 a 22 alcaldías, respondiendo a recomendaciones técnicas que apuntan a mejorar la gobernanza, servicios e infraestructura urbana .
En el segundo, la senadora de MC, Alejandra Barrales, respalda la división y va más a fondo al proponer un paquete institucional:
1.- Fortalecimiento de concejales con voz deliberativa y fiscalizadora.
2.- Autonomía presupuestal: permitir que las alcaldías manejen recursos de sus servicios, con reforma al artículo 122 constitucional.
3.- Proceso participativo: foros y consultas para legitimar la nueva división territorial.
4.- Redistribución equitativa de la representación, según criterios técnicos .
Barrales recalca: “No se trata de alcaldes unipersonales, sino de gobiernos de proximidad con concejo colegiado real”.
Pero, ¿qué hay a nivel internacional?
Tokio cuenta con 23 “special wards” y 62 municipios, cada uno con alcaldes y asambleas propios; el gobernador elegido y su legislatura atienden asuntos metropolitanos (transporte, estrategia). En Bogotá, desde los 90 se fortaleció la alcaldía y su presupuesto, lo que mejoró notablemente la prestación de servicios locales. Montreal combinó gobiernos locales con autonomía fiscal parcial; consolidó una estructura metropolitana descentralizada que preserva rendición de cuentas. En Inglaterra, la Autoridad del Gran Londres (GLA) es el gobierno metropolitano, mientras que los 32 boroughs (distritos) tienen sus propias responsabilidades y cierta autonomía fiscal. La GLA es responsable de áreas como el transporte, planificación estratégica y seguridad pública, mientras que los boroughs se encargan de servicios locales como educación, servicios sociales y gestión de residuos.
Un modelo eficaz requiere:1) Autonomía política y fiscal real, 2) Acotación clara de competencias entre niveles: local, metropolitano, nacional; 3) Mecanismos participativos y controlables por ciudadanos, y 4) Equilibrio entre tamaño y gobernabilidad local.
La propuesta de rediseño territorial de la CDMX –respaldada por PAN y reforzada con la visión participativa y fiscal de Movimiento Ciudadano– representa la apuesta por un modelo de gobernanza urbana, moderna y democrática.
Para hacerlo realidad, será fundamental coordinar análisis técnicos, construir consensos políticos, implementar cambios legales, y –muy importante– asegurar legitimidad social.
Si se logra, la capital podría posicionarse como referente global en la descentralización funcional, como lo han sido Tokio, Bogotá y Montreal, donde la proximidad y la eficiencia se potencian con autonomía y rendición de cuentas.
Cabe hacer hincapié que, en la Constitución Política de la Ciudad de México, en el Capítulo VI de las demarcaciones territoriales y sus alcaldías, Artículo 52 Demarcaciones territoriales, numeral 4, se indica: “La Ciudad de México está integrada por las siguientes demarcaciones territoriales: Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Benito Juárez, Coyoacán, Cuajimalpa de Morelos, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa, Magdalena Contreras, Miguel Hidalgo, Milpa Alta, Tláhuac, Tlalpan, Venustiano Carranza y Xochimilco.
“Las demarcaciones territoriales podrán ser modificadas en los términos establecidos en esta Constitución, sin que puedan ser menos en cantidad a las establecidas al momento de su entrada en vigor”.
Y en el numeral 5 se indica: “La modificación en el número, denominación y límites de las demarcaciones territoriales, tendrá por objeto:
- Alcanzar un equilibrio demográfico, respetando la identidad histórica de sus colonias, pueblos y barrios originarios, existentes entre las demarcaciones territoriales;
- El equilibrio en el desarrollo urbano, rural, ecológico, social, económico y cultural de la ciudad;
- La integración territorial y la cohesión social;
- La mayor oportunidad, eficacia y cobertura de los servicios públicos y los actos de gobierno;
- El incremento de la eficacia gubernativa;
- La mayor participación social; y
- VII. Otros elementos que convengan a los intereses de la población”.
Por último, hace poco más de un mes, y durante el segundo Encuentro de Gobiernos Locales, organizado por la comisión de Desarrollo Metropolitano del Congreso de la Ciudad de México, el secretario de Planeación, Ordenamiento Territorial y Coordinación Metropolitana de la Ciudad de México, Alejandro Encinas, declaró que la división de alcaldías y la reconfiguración del territorio capitalino son “procesos irreversibles. Tarde o temprano iremos avanzando en la creación de nuevas alcaldías”, dijo.
Mientras que la jefa de Gobierno, Clara Brugada, declaró: “A mí me parece que un tema fundamental es el económico. Yo históricamente he dicho que sí estoy de acuerdo con la división, porque un gobierno más pequeño gobierna mejor. Siempre va a ser mejor gobierno algún espacio que sea con menos población, a uno más grande.
“Pero aquí, fundamentalmente e históricamente, el tema tiene que ver con la situación económica. No es simplemente dividir y dividir todo. Pongo el ejemplo de Iztapalapa. O sea, no se podría dividir Iztapalapa y dividir el presupuesto. O sea, implica muchos más recursos para poder hacer más alcaldías. Entonces, ese es el tema fundamental por el que no se ha dividido. Y efectivamente, se tendría que hacer un análisis, para ver de qué manera se podrían lograr estas divisiones de las alcaldías”.
El balón está en la cancha de los diputados locales:
POR LAS CALLES… El alcalde de Benito Juárez, Luis Mendoza, encabezó un operativo en las calles Georgia y Nueva York, colonia Nápoles, durante el cual personal de vía pública de la alcaldía retiró 20 pérgolas que no contaban con los permisos correspondientes, ocupaban banquetas y el arroyo vehicular, además de dañar el arbolado urbano al utilizarlo como ancla para la colocación de estructuras metálicas. Anunció que estas acciones se llevarán a cabo en todas las colonias de la demarcación donde existan pérgolas instaladas de manera irregular. “En Benito Juárez habrá cero tolerancia a las pérgolas y al comercio que esté fuera de la ley. No vamos a tolerar que se invada el espacio público”. La primera etapa del programa de recuperación del espacio público se llevará a cabo en las colonias Nápoles, Del Valle y Narvarte.
Jorge Javier García Mendoza
@GarciaJJavier