Al menos en el deporte mexicano hay sobrados motivos para que la sociedad
esté contenta y sonría, por la actuación de los 544 atletas que participaron en los Juegos Panamericanos.
Como nunca se había visto fuera de casa, en la tabla del medallero México ocupó el tercer lugar, por arriba de Canadá, Cuba y Argentina, entre otros. El primero fue para Estados Unidos y el segundo para Brasil.
Los mexicanos sumaron en total 136 medallas, 37 de oro, 36 de plata y 63 de bronce. Así que sobran motivos para estar satisfechos con los resultados. Superaron las expectativas.
Antes de que se fueran a competir a Lima, Perú, el escenario era conflictivo en lo deportivo, demasiados roces entre los que dirigen las organizaciones oficiales deportivas y los que hacen deporte. Por lo mismo de siempre, por la falta de apoyos y escasos recursos. Regateos para financiar a quienes se dedican de tiempo completo al deporte de alto rendimiento.
Por supuesto que ahora, los directivos sonríen y a su manera, sin rubor, celebran el éxito y no quisieran que nadie les recordara su actitud mezquina al frente de organismos deportivos.
Hay que reconocer que el presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo el acierto de ordenar premios económicos para los deportistas que ganaron medallas en los Juegos Panamericanos.
Sin embargo, sus colaboradores, se ganaron a pulso la medalla de cobre. Enseñaron el cobre. El mal viene de atrás, pero no lo corrigieron y tuvieron oportunidad para hacerlo.
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@zartateaz1