Si bien el derecho parlamentario no incluye el nombre “Cámara Baja” para llamar a la Cámara de Diputados, es común que sea utilizado en medios de

comunicación, por académicos y hasta por los mismos legisladores.

Y si hay “Cámara Baja”, también hay “Cámara Alta”, nombre que también se le da al Senado. Incluso, en promocionales institucionales, se menciona de esa manera.

¿Por qué Cámara Baja? ¿Será por el leguaje que en ocasiones utilizan los diputados y diputadas? ¿Será porque es inferior a la Cámara Alta? ¿Por qué tiene poca calidad e importancia? ¿Por qué representa a los pobres? ¿Por qué representa al pueblo?

Las dos cámaras se complementan. Lo que hacen, en la mayoría de los casos, ambas tienen que revisarlo y aprobarlo.

Institucionalmente se reconoce que lo de “Cámara Baja” se debe a que se trata de la representación del pueblo. En el caso del Senado, la explicación oficial es que representa a la federación, a los estados; sin embargo, para nadie es un secreto que, en otros tiempos, lejanos, este órgano legislativo era integrado por la aristocracia, la clase privilegiada.

De ser así, la Cámara Baja debería ser la “Cámara Alta”, porque representa al pueblo y el pueblo manda. Nada más que pierde altura con escándalos e insultos en su salón plenaria; igual la Cámara Alta.

En estos tiempos, las dos tendrían el mismo peso político, ni una más importante que la otra.

Lo que deben cuidar las cámaras es su lenguaje, porque los insultos, las hacen bajas a las dos.

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@zarateaz1

arturozarate.com