Saber cuánto cuesta el voto requiere sumar el presupuesto del INE, el de los partidos políticos y dividirlos entre el número de inscritos en el padrón electoral, al INE le tocaron 19 mil 593 mdp, 

 a los partidos 7 mil 159 mdp y somos en el padrón 94 millones 980 mil electores, suma y división rápida, nos arroja que cada sufragio costará 291 pesos eso es lo auditable, nos faltarían las grandes maletas de millones que se han movido para la compra del voto, sin duda monstruosa.
Pero permítanme abordar el otro costo del sufragio, el del déficit de las malas decisiones, porque una cosa es creer que por unos pesos ya cumplimos con la democracia y otra son los daños colaterales de no saber tomar una decisión con el cerebro, en el 2018 muchos estaban enojados en contra de Peña Nieto y la insultante corrupción en su sexenio, las consecuencias del castigo se revirtieron llevándonos a una situación peor, el precio a pagar le ha costado lágrimas y muchos muertos a este país.
Elegir sujeto a los impulsos es la peor inversión que un ciudadano se puede auto infringir, éste precio se traduce en el negro panorama que respira en esta patria los casi 300 pesos que cuesta cruzar la boleta se convierte en una risa macabra frente al desempleo, la muerte por Covid-19, la indefensión ante el crimen organizado, el desastre de la línea 12, los casos de agresiones sexuales en contra de menores o mujeres (no se debe olvidar a aquel diputado poblano que abusó de un menor al cual abría drogado), la corrupción oficial y familiar del primer círculo en palacio, la terquedad en seguir metiéndole recursos limpios a negocios sucios, la compra de refinerías chatarra, obras y proyectos disfuncionales, la deshumanizante decisión de detener las químicos, demasiado dinero derrochado en la nada, más bien, miles de millones de dólares disponibles para cubrir los deseos de la megalomanía presidencial, aunque ello implique matar a las empresas, rechazar a los inversionistas, aniquilar a los adversarios, nunca en la historia un voto nos había costado tanto; esta situación nos presenta la oportunidad de hacer lo correcto, de mostrar que se aprendió la lección.
El voto ya es una arma de defensa y corrección reales, es un acto que al ser sumado a otros nos puede hundir o sacar adelante, no podemos emplearlo como si de papel sanitario se tratara, lo crea o no, los políticos saben que cuando una sociedad se asoma con determinación estos nos dejan de ver cómo una granja de animalitos hambreados, si queremos que este voto no signifique un nuevo modelo de ataúd, hagamos lo que los verdadederos adultos realicen cosas con madurez e inteligencia.

No es regaño es Picotazo Político.

Miguel Ángel López Farías
Historiador. Director y conductor del programa radiofónico 'Urbe de Hierro', transmitido por ABC Radio 760 AM de 4 a 5pm.
Presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT).
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