Los prejuicios son la razón de los tontos

Voltaire

El prejuicio es a menudo la antesala de la ignorancia, la parálisis irreversible de la capacidad reflexiva; erróneo e inflexible, apresurado y prematuro, anticipa sus conclusiones cegándose a los hechos. Teje certezas sorteando los datos, ignorando la evidencia, prescindiendo del examen de la realidad y de los hechos.  Es siempre obstáculo, opinión anticipada, deliberación impulsiva y apriorística que nos impide sumergirnos en el alma de los otros; descalificación insensata de lo desconocido, hostilidad injustificada que emana del preconcepto, de la visión deformada del mundo y de los "otros". Impermeable al conocimiento nuevo, establece a menudo su arreglo vertical, situando al prejuiciado en el plano superior, en el pedestal que lo sitúa por encima de los demás. De ahí la antipatía gratuita, el posicionamiento férreo, la evitación sistemática, los juicios sin fundamento, las generalizaciones sin sustento, el rechazo intransigente y automático de un individuo o grupo. El prejuicioso reparte cualidades, rasgos y atributos, siempre a placer, desde la óptica ciega de quien se niega a ver. Elude al otro porque sí, atrapado en las redes de sus creencias preestablecidas, proclive al rechazo, a la descalificación insensata, al repudio precipitado e inconsciente. En su dimensión emocional el prejuiciado odia; encerrado en su marco autorreferencial, incapaz de asomarse con visión abierta al ámbito de lo distinto, enjuicia sin conocer, señala sin mirar, descalifica sin oír, rechazando sin miramientos todo lo que considera ajeno a su entorno privativo. Pero el prejuicio no es inocuo; por sus caminos transita la destrucción injustificada, la exclusión del "diferente", la anulación y el acoso del que "no pertenece".    

Inconcebibles en este contexto las ignorantes y prejuiciosas declaraciones de la directora general del Conacyt, María Elena Alvarez-Buylla Roces que, haciendo alarde de su analfabetismo funcional y en perfecto arreglo con las sandeces ideológicas de su mesías tropical, reveló en "La Jornada", su desnutrición mental: 

"El neoliberalismo fue impuesto a la sociedad mexicana con base en el postulado de que todo es mercancía, idea perversa contraria al acuerdo civilizatorio que reconoce la existencia de derechos humanos inalienables. Este postulado promovió la privatización del conocimiento, de la ciencia y de la educación. Privatizar el conocimiento significa eliminar el papel de la escuela como servicio público [...].

La aquiescencia de la administración pública federal con el credo neoliberal dio lugar a problemas importantes. El más grave de los cuales radica en la mercantilización del posgrado. Cerca de 400 mil alumnos siguen estudios de posgrado en México, pero sólo 36 por ciento están inscritos en programas de IES públicas. La mayoría de los posgrados privados son un negocio que vende conocimiento con poco énfasis humanístico, científico o aplicado a la incidencia social y ambiental.

¿Por qué un mexicano preferiría seguir un posgrado privado y no uno público? Por una razón no muy distinta a la que explica por qué un niño prefiere comida chatarra peligrosa para su salud a la ingesta de alimentos nutritivos"

¡Menuda reflexión, si es que merece ese nombre! Despilfarro de imbecilidad empapado de prejuicios. ¡No señora...el sol no se oculta por sus gafas oscuras! Desde la óptica miope de su prejuiciosa torpeza, los matices desaparecen, la realidad se reacomoda, el mundo se ajusta a esa concepción simplista y absurda de su "mente" ideologizada. 

!Ay de Usted si no ha bebido en las inmejorables aguas de la enseñanza pública!: Renuncie a sus demonios y reniegue de su ignominioso e indeseable saber. !Extírpese el lóbulo frontal hasta que haya eliminado el último destello de su conocimiento privado! Y si aún queda en su dieta algún residuo de su mercantilizado discernimiento chatarra, refúgiese en la idiotez de la ignorancia y del prejuicio. 

Dr. Javier González Maciel

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Estudios universitarios en Psicología, Médico Cirujano, Especialista en Cardiología, alta especialidad en Cardiología Intervencionista en Madrid España, titular de posgrado en Cardiología clínica, miembro de la Sociedad Española de Cardiología, profesor universitario, director médico en la industria del seguro de personas y conferencista para América Latina