SE COMENTA SOLO CON...
Vi y escuché al Secretario de Educación, Esteban Moctezuma, tratando de explicar por

qué los niños deben aprender a copiar, luego, intentando convencer que por un factor estrictamente populista, los estudiantes de niveles básicos ya no pueden reprobar y seguirán en los siguientes ciclos escolares sin importar sus ausencias a las aulas. Mucho hablan pero no explican por qué un gobierno se paraliza ante las necedades e imposiciones de una Coordinadora, no de un Sindicato reconocido por la ley. Ellos, los que han intentado de siempre destruir y desaparecer a la Reforma Educativa hasta en sus comas, no son capaces de asimilar que deben de enfocarse en los contenidos de los programas y en la capacidad que debe poseer un profesor para cumplir con propósitos pedagógicos que cubran tres pasos esenciales, pensar, razonar y analizar, estos fundamentos y principios de las matemáticas. Aquí los políticos en turno no comprenden que nuestros hijos, aún antes de nacer ya enfrentan dos enormes cargas, una, llegarán a un país retrasado, reprobado y sin objetivos claros; y dos, aún sin educación, sin instrucción ni cultura se verán obligados a pagar deudas millonarias de gobiernos corruptos, mentirosos e ineptos. Luego pues vienen los ocurrentes a destruir sin proponer, a negociar con reventadores, a evitar que los mentores se capaciten, a regalar impunidad a lideres sin escrúpulos. La educación y la salud son dos temas delicados y de altísima prioridad para las naciones que se empeñan en dejar atrás la marginación y la pobreza. Lo hacen con esfuerzo y talento no con diatribas de esquina ni regalando centavos en lugar de libros. Un pueblo que no sabe hablar ni escribir esta condenado al estancamiento. Hoy las exigencias para hacer negocios, para promover inversiones se debe a tras códigos de entendimiento: el castellano, el mandarín y e inglés. Ahí está el éxito. Intentar dejar sembrado el mensaje que somos una nación fallida por corrupta y omisa es engañar y presentar una visión miope y maniquea. México de siempre ha sido reconocido en el mundo por la fortaleza de sus instituciones, esas que quieren mandar al diablo. Todo un sistema en la historia se ha ido moldeando bajo la condición de la cultura de esfuerzo. Pero hoy eso cambia. Los niños no pueden reprobar, si copiar, sus maestros sin capacitación y las negociaciones de poder con una grupúsculo, ellos se llaman Coordinadora, que todo les interesa menos la educación. Y por cierto para esos niños aún no nacidos que ya enfrentan en nuestro país un panorama adverso, se suma un tercer elemento nocivo. Una promesa que hizo un hombre, no un gobierno, de puertas abiertas a la migración. Ahora el conflicto es grave. Ni siquiera hay barreras sanitarias para los que se filtran al país, pero eso sí, se les está otorgando un salvoconducto de tránsito con derecho a buscar empleo y establecerse parcial o totalmente en nuestro territorio. Y mire que ese documento para buscar trabajo se está ofreciendo a los migrantes cuando los índices de desempleo entre los nuestros va en ascenso. Zas!