De las tragedias ecológicas y económicas más severas son sin duda los incendios forestales. Hemos sido testigos de lo qu
ocurrió en Australia en donde las pérdidas de flora y fauna son sin precedentes y el fuego sin control sólo pudo ser parcialmente controlado por la misma naturaleza al producirse lluvias. Aquí en nuestro país no estamos exentos de estas devastaciones y hay en esto siempre héroes que además de anónimos arriesgan el físico para evitar daños mayores. Esto ocurrió en la península de California, en la parte norte, en donde se entregaron reconocimientos a 11 brigadistas forestales de CONAFOR que combatieron los incendios que afectaron al Estado en noviembre del año pasado. La ceremonia fue en Tijuana. Y vale mencionar al coordinador nacional de Protección Civil, David León Romero, quien coordinó la operación de 339 mil 448 días/hombre que consistió en todo un reto para reducir los tiempos con mayor eficiencia y trabajo en equipo entre diferentes instituciones de los tres niveles de gobierno. La tarea no es fácil y sí muy demandante. Los incendios no han permeado aún en la cultura social de protección civil como ha ocurrido con los sismos, aún cuando aparecen voluntarios que merecen consideración. El propio David Leon ofreció un dato alarmante, el 90 por ciento de los incendios forestales son causados por diferentes actividades humanas. Algunos por el descuido, otros de manera intencional ya sea por el crimen organizado o bien por tareas agrícolas y urbanización. También David León subrayó algo imprescindible en estos quehaceres y es la valentía y el esfuerzo de las Fuerzas Armadas quienes con equipamiento, adiestramiento y tareas de salvación aportan y mucho. Enhorabuena por el crecimiento que se ha dado en la defensa del territorio nacional, del cuidado del medio ambiente y de la nueva educación, urgente, de protección civil. Estamos, he dicho en otras oportunidades, sobreviviendo y en el límite por el calentamiento global, así que estos brigadistas hacen una labor importantísima y toda vez más necesaria.