Resulta sorprendente la forma en que el presidente López Obrador trata los temas de mayor peso e importancia para el país. No podría decir que los descuida pero si los

menosprecia y en algunos casos hasta los desprecia. La importancia que le ha otorgado a la rifa del avión hace creer a muchos que es un distractor, pero la verdad es que el mandatario intenta evadir su responsabilidad legal y constitucional de enfrentar los conflictos, que ameritan una respuesta inmediata por su gravedad, pienso en seguridad y en salud fundamentalmente. Estos dos rubros pegan y fuerte, sin duda a la economía, que por decisiones de la 4aT está estancada. Ya no es tiempo de voltear hacia atrás para culpar a todos. Los crímenes, la violencia, la degradación social se ha multiplicado desde la llegada de amlo al poder. Podríamos pensar que en efecto la corrupción en el país nos ha sangrado pero de eso a no dar respuesta simplemente al culiacanazo y las torpes decisiones ahí tomadas o que nos asegure ni siquiera tener “otros datos” a la celebración de una macronarcoboda es en esa misma localidad es insostenible.Los homicidos frecuentes en diferentes Estados como Guerrero, Michoacan o Tamaulipas; los secuestros en Veracruz; la violencia en Puebla y la CDMX; los atentados en Guanajuato; feminicidios en el Estado de México; asaltos a trailers y ferrocarriles en todo el pais, secuestros de casetas de peaje, bloqueos en aeropuertos, en fin toda una gama de atrocidades que el presidente ataja asegurando que hay más bienestar y que somos un pueblo sabio y feliz. En otro sentido la falta de abasto en el sector salud, en insumos, en medicamentos, en infraestructura. El despido masivo de personal especializado, la alta y asfixiante burocracia, la torpeza en el trato a los pacientes, la anulación del Seguro Popular. Todo esto, en conjunto, parece no importar lo suficiente al presidente. Siempre recargado en el estrado de las mañaneras se confunde y trata de confundir mientras su popularidad, confianza y bono político va, día con día, en descenso pero también en picada el país. Pronto veremos las pésimas consecuencias de no asistir a los foros mundiales más importantes en materia política y económica. Ahí se toman las decisiones más contundentes con los líderes contemporáneos y México no está porque el presidente no sabe inglés, quiere seguir viajando en línea de bajo costo y comprometería su imagen ya no con el “fuchicaca” sino explicándoles a los extranjeros como Juàrez se casó con la esposa de Porfirio Díaz. Ya estamos tarde pero siempre habrá un espacio para reconsiderar, para enmendar y hasta para ofrecer disculpas. Pero mientras la soberbia siga alimentándose con la sumisión de su equipo de trabajo y con la embestida de profundos ignorantes sentados en las curules del legislativo triste panorama nos espera a menos que, por salud del país , demos un equilibrio político en las elecciones intermedias.