“La 4T encontró en el pasado el pretexto para fallar en el presente pero con el Covid tiene ahora el pretexto perfecto para seguir fallando en el futuro” así de claro y contundente expresó una de sus ideas el Licenciado Ignacio Morales Lechuga, hombre de Estado,

 institucional, galardonado por gobiernos extranjeros, fiel y disciplinado en el marco de la ley. Y hay que saber leer e interpretar a académicos como él que por la defensa cotidiana del país han dejado gratitud y reconocimiento a su labor. Para Morales Lechuga le fueron suficientes tres lineas, no más, para plasmar lo que está ocurriendo. Un gobierno que ante su franca decadencia culpa a otros de sus errores, de sus promesas incumplidas, de sus mentiras mediáticas. Un gobierno que exhibe como corruptos a otros sin siquiera dar pruebas y los sella, con sobrada soberbia, como “mafia en el poder”. Un gobierno que no sabe ver al futuro pero se habrá de recargar en más de 57 mil muertes, sólo por la pandemia, para lavarse las manos de su incompetencia y frivolidad ante el coronavirus. Pero a decir verdad lo hemos aceptado porque le seguimos el juego, caemos en sus distractores, nos olvidamos de los niños enfermos para hablar de un avión que no se vende. Nos preocupamos por el lujo de otros cuando de Copilco saltan a la opulencia de un palacio. Y hay quienes defienden aún esto, que intentan burlarse del “copetes” o de “Borolas” (apodos la zafos por el irresponsable tabasqueño), aquellos que son engañados y a nombre de su líder escupen ofensas, difamaciones y traiciones, exhibiendo su manifiesta amargura dentro y fuera de su vida personal y laboral. La izquierda que tanto quisieron encumbrar es una vergüenza, sus activistas del 68 hoy son una estafa y ellos, los seguidores del redentor se quedaron en medio, atrapados pero defendiéndolo por,incapaces de reconocer su equivocación. Es verdad, la frustración innegable orilla al extremo de desacreditar al prójimo. Buscan pretextos, citas anteriores, errores del pasado. Y un país no tendrá rumbo así. Ayer participaba con ustedes de una sola pregunta ¿y quién manda en México?. Y sabemos todos que no estamos pisando firme, nos movemos en aguas movedizas y contaminadas. Hay dinero para el béisbol pero no para socorrer a zonas devastadas por tragedias naturales. Se invierte en estadios mientras hay enfermos sin medicamentos. Se construye a toda velocidad una pista aérea contraviniendo las disposiciones, sugerencias y reclamos internacionales. Vamos contra el mundo, allà fuera de nuestra fronteras intentan cuidar el ambiente, crear políticas de preservación, generar energías limpias y baratas, aquí apostamos al carbón como generador de energía, construimos refinerías mientras los países avanzados las cierran por obsoletas e incosteables. En Europa prometen cárcel para aquel que ponga en riesgo la vida de otros por no cumplir protocolos sanitarios, aquí defendemos nuestra arrogancia con estampitas milagrosas. Hay que revisar nuevamente la expresión de Morales Lechuga, es de una franqueza que duele pero que debemos, tenemos la obligación de corregir. Dijo amlo antes de asumir el país que recibía una nación en quiebra, cosa absolutamente falsa. Ahora pregunto, y estamos mejor que hace dos años? Podría reconocer el propio amlo que es superior en resultado a los últimos cinco mandatarios? Está bien me excedí, a los recientes tres sexenios que vendrían a cumplir sus 18 años de campaña, ataques, críticas y expectativas por él creadas. Quiere pasar a la historia como Juàrez pero dirían en mi pueblo: esta para eso hay niveles, hay niveles, hats para eso se necesita clase.
*Presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y tv
*Conductor del programa Va En Serio MexiquenseTV canal 34.2