Se cumple un año de lo que se podría considerar la peor afrenta al Estado de Derecho diría junto a la determinación de la Suprema Corte por llevar a juicio a ciudadanos mediante una consulta popular. 12 meses del “culiacanazo”, un evento que desmanteló al gobierno, sus operativos, su inteligencia y mantuvo impunes a las responsables, primero porque
Durazo señaló fue una decisión “colegiada”y segundo, porque el presidente López se atribuyó las responsabilidades de un ministerio público y “ordenó” la liberación de Ovidio Guzman a razón de un criterio personal: evitar la muerte de civiles. Si era así pues todo se trató de una decisión fallida y peligrosa. Cual ha sido el resultado?ninguno. Se atribuye que Ovidio giró instrucciones para su liberación en un acto inusual, ya sometido, frente a uniformados armados usó un celular y se cree fue para advertir que si lo aprehendían liberaría una serie de documentos y videos que involucraría a personajes del primer círculo del gobierno en relación con el crimen organizado. De esa fecha a este día los cárteles sobre todo el de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación han tomado una fuerza inusual considerando que quizá estén manejando hasta un 70% del narcotràfico a nivel mundial. Son ahora los hijos, herederos de este imperio, los que están operando y como en el caso de el “Vicentillo”, hijo del Mayo Zambada, filtradores de información y referencias al gobierno de los Estados Unidos. Este asunto no es menor porque aún cuando se han desatado fricciones y rompimientos severos entre los grupos delincuenciales (Mayo contra los Arellano Félix),queda como en Colombia “Los Extraditables” la formación en México de la llamada “Federación” que involucra a la gran parte de capos en las decisiones ejecutivas del trasiego de armas y droga. Hoy sabemos que los hijos del Chapo están cubriendo los satisfactores sociales que los tres niveles de gobierno no han entregado a las comunidades. Los càrteles, además de las infraestructura urbana, ante fenómenos naturales entregan despensas y actualmente asistencia médica de toda índole pero más con medicamentos preventivos para el el coronavirus o soluciones químicas contra el cáncer. La salida a todo error del gobierno, incluyendo los casi 90 mil fallecimientos por la pandemia lo atribuyen a dos elementos: la corrupción del pasado y la insistencia de los conservadores por arrebatar credibilidad a la 4aT. Si en este país se establecieran un marco jurídico de respeto ocurrirían desde hace un años varios aspectos: ya se tendría que haber dado la captura de Ovidio (si hubiese servicios de inteligencia bien integrados o lo que es peor, que no existiera complicidad de las autoridades con el crimen organizado); algunos miembros del gabinete de seguridad tendrían que haber sido removidos, es especial Alfonso Durazo que como secretario particular del presidente Fox entregó al PAN la solicitud de desafuero de amlo y tuvo que haber estado enterado que ahí adentro, en Los Pinos, el general Roberto Miranda del Estado Mayor Presidencial recibió al hijo del Mayo Zambada y que el jefe de custodios del presidente y su familia, Marcó Antonio Leon Adams, recibió fuertes sobornos del Cartel de Sinaloa a razón de entregar información); tendría que ya haberse desmantelado al grupo de sicarios que luego de la liberación del Ovidio generó un desfile con armamento de alto poder en Culiacán para festejar “su triunfo”; la fiscalía de la República debería informar a la sociedad sobre los avances en las indagatorias de ilícitos en relación al narcotrafico y saber qué ha sucedido en las aduanas, en donde por cierto un exdirector fue nonbrado subsecretario de gobernación y hoy levanta la diestra a Mario Delgado para incorporarse como presidente de Morena; amlo debería ser enfático en dar a conocer las revelaciones de Garcia Luna y no seleccionar los archivos si alguno de sus cercanos es involucrado; en fin, ha sucedido todo lo contrario, se afirma que a cambio de información el “Vicentillo” ya debe estar en libertad, su padre el Mayo jamás ha sido aprehendido, amlo se relaciona con la abuela de Ovidio )madre del Chapo), el narcotràfico continúa en ascenso, en las indagatorias incluso de Ayotzinapa, es el crimen organizado quien estuvo inmiscuido en la desaparición de los normalistas aunque la izquierda intente una y otra vez politizar el caso y evadir responsabilidades. No quisieron detener a Ovidio para evitar muertes innecesarias, como las que a diario se dan por feminicidios, consumo y violencia por las drogas? Y aún falta que se aclare si al momento de detectar a Ovidio había orden de cateo, orden de aprehensión y orden de extradición. Por lo demás hoy hay un distractor: el penacho de Moctezuma.
 
*Presidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y tv
*Conductor del programa Va En Serio de mexiquense tv canal 34.2