Pues Mexico quedó fuera del Mundial. Adicional al mal desempeño de la Selección Nacional, vaya ironía:

Messi nos anota el primer gol el contra y Messi falla un penal contra Polonia que nos hubiera empujado a la siguiente fase. Pero un acontecimiento inusual en el interior del vestidor de Argentina luego del partido contra México despertó irritación y confrontación en redes sociales. Alguien filtró imágenes de Messi pisoteando una playera de la selección mexicana. De inmediato reaccionó el boxeador Saúl Alvarez. Coincido con él, en el fondo, más no con la forma. Tiene absoluta razón, pero se equivocó. Romperle la cara a Messi no deja nada bueno. Saúl despierta en sus actuaciones deportivas un impresionante nacionalismo, una defensa de nuestra imagen y proyección eso es innegable y por ello le molestó la actitud del argentino que ha guardado, junto con su directiva, un absoluto silencio ante una obligada explicación, incluso de la FIFA, porque si en las tribunas se evita la violencia, en los vestidores no se debe alentar. El debate en redes se aceleró incluso con la intervención de David Faitelson, Miguel Layun y Sergio Kim Aguero , exjugador del Barcelona. Y esto lleva a muchas reflexiones. Las grandes estrellas del fútbol son imagen no sólo del deporte sino del fomento a la disciplina y al triunfo. Por ello he reprobado acciones como la de Maradona metiendo un gol con la mano y atribuyendo su trampa a Dios. Diego Armando fue motivo de vergüenza mundial por su adicción a las drogas y su reprobable comportamiento en los estadios. Cuauhtémoc Blanco festejando sus goles imitando a los perros cuando orinan en los postes y ahora Messi, intencional o no, pisoteando los colores de otra nación. Ellos olvidan que son EJEMPLO DE VIDA para millones de niños. Son embajadores del deporte más visto y famoso del planeta. Ganan millones por los aficionados y patrocinadores y muchos de ellos muy fácilmente se pierden al no saber manejar la fama y el poder. Revisemos la pulcra actitud y alta dignidad de “Pele” o la filosofía de vida de Cristiano Ronaldo. Pero también hay que medir el comportamiento social. Critiqué duramente a la cónsul en Turquia, Isabel Arvide, por arrastrar nuestra bandera en la ceremonia del grito de Independencia mientras rompía todos los protocolos y decencia para elevar loas a AMLO. Pero la moda de la afición nacional es usar nuestra bandera como capa y sin respeto alguno sentarse sobre esta o usarla como trapo en donde pueden escribir o colocar todo tipo de mensajes o imágenes. De igual forma hemos destacado en el mundo y permanentemente sancionados por el grito homofóbico, insultos a los jugadores contrarios y el siempre desconocimiento a la autoridad (arbitro). Todo esto no justifica la actitud de Messi ni las patanerías de “Facundo” que en el Mundial de Sudáfrica colocaba banderas de los equipos que enfrentaría Mexico en los accesos de los vagones del Metro para que la gente las pisoteara. Saúl Alvarez tiene razón, comencemos por ponernos de pie ante nuestro himno en el sitio que estemos, aprender cuándo con el brazo al pecho se saluda a la bandera y cuándo estar en posición de firmes, vamos que muchos siquiera se aprendan la letra de nuestro himno. 

CARLOS RAMOS PADILLA
@cramospadilla
*Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio