sinpunto

La Cámara de Diputados ha sido severamente criticada por los constantes viajes que realizan sus conspicuos integrantes, sobre todo al extranjero, con todos los gastos pagados y con cuenta a los contribuyentes. Eso ha generado severas críticas por la forma discrecional que utilizan los legisladores para decidir a donde quieren ir, cuantos van a ir, el tiempo que estarán en cada destino, y los viáticos que requieren para ello sin que los mexicanos sepamos en que nos benefician esos viajes que se pagan con nuestro dinero. Para decirlo más claro, lo que hagan los representantes populares nos sirve solamente para lo mismo que mandar una vaca a Suiza para que aprenda cómo puede producir leche de mejor calidad.

Por mucho que nos digan que la mayor parte de esas movilizaciones se realizan con la finalidad de conocer las experiencias de otras latitudes, no veo que exista relación con el trabajo legislativo en México que por cierto es uno de los más ineficientes. Los reclamos insertos en los medios de comunicación han provocado que se diera un debate en torno al caso y que los, diputados se vieran obligados a conformar una comisión, de esas que nunca llegan a conclusiones, para investigar el gasto y la estructuración de un proyecto que permita realizar un recorte para tranquilizar los ánimos de quienes vertieron las críticas.

Por lo pronto los viajes ya fueron suspendidos hasta nuevo anuncio, pero la realidad indica que se tendrán que realizar acciones adicionales como revisar que efectivamente los gastos hayan cumplido cabalmente la finalidad para el rubro asignado, además de verificar cuales de esas comisiones que se han creado, han funcionado adecuadamente o al menos han realizado un trabajo que permita conocer la utilidad de los recursos utilizados. El problema es que los diputados han aprovechado los temas de coyuntura para hacer una efectiva planeación de esos viajes que lastiman la percepción de los contribuyentes. Pero las argucias siempre se presentan, y un ejemplo de ello lo ha dado el senador Marco Antonio Blázquez, del Partido del Trabajo.

El respetable Senador Blázquez decidió un día que él debería conformar una comisión para recibir fondos extras para su beneficio personal, y puso manos a la obra. Lo platico con su coordinador parlamentario que lleva por nombre Manuel Bartlett Díaz. Decidieron que era procedente y que habría que buscar una causa. Al final conformaron la Comisión para dar Seguimiento a las Agresiones contra Periodistas, y se le asignó una plantilla de personal y la nada despreciable suma de doscientos mil pesos mensuales para gastos de operación. Hasta ahora ducha comisión ha gastado cerca de cinco millones de pesos y no ha sesionado una sola vez. Ese es el cinismo de nuestros congresistas. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.