sinpunto

Sin lugar a dudas ser funcionaria de alto nivel en el esquema gubernativo de lo que ahora es La Ciudad de México debe ser harto redituable, y sobre todo si se tiene la coma de realizar uno que otro “asuntillo” esos que dejan buenos dividendos para los

tiempos difíciles. El único requisito para que las cosas salgan bien es que no te cachen, como le ocurrió a la joven que ocupaba eso que denominan pomposamente  “la Autoridad del Espacio Público”, y que se tuvo que ir no sin antes provocarle un brutal daño a las aspiraciones de su jefe. Pues lo mismo le está pasando a otra de las encumbradas funcionarias que entró en crisis después de conocer la forma tan deleznable en que se han entregado los hologramas del “Hoy No Circula”.

Sin lugar a dudas la Ciudad de México presenta diversas funcionalidades, pero también tiene disfunciones que resultan evidentes ante la ineficiencia de muchos de los servidores públicos que coadyuvan para que el caos siga siendo una peculiaridad gubernamental muy bien organizada. Y no es que solamente pretenda yo resaltar lo que se hace mal, porque la valoración de lo que se hace bien resulta abrumadoramente superior. La semana pasada quienes aquí habitamos vivimos una de las crisis más severas que se recuerden a causa de los altos índices de contaminación que se presentaron durante casi cuatro días. En todo ese tiempo quien tuvo que salir al paso fue el propio Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, quien enfrentó las críticas por el pésimo manejo de los procesos de comunicación y socialización de las medidas implementadas.

La pregunta que muchos nos hicimos fue: ¿y dónde está Tania Mueller? Hasta ahora se desconoce la forma en que presuntamente estuvo trabajando para coadyuvar en la disminución y dispersión de los altos índices de contaminantes que se aglutinaron en la Zona Metropolitana del Valle de México. Fue el señor Mancera quien tuvo que dar la cara y ello lo situó como blanco de todas las críticas. No se si la señora Muller entienda un poco acerca del papel que le toca desempeñar, porque la dependencia que encabeza resulta primordial para la salud y el bienestar de los mexicanos del altiplano del país. Los momentos de mayor agobio para más de veintitrés millones de personas que padecieron la estacionalidad de los contaminantes, fueron la mayor muestra de la ineficiencia de la señora Muller.

Ahora resulta, según sus apreciaciones, que la Ciudad de México solamente genera un 20 por ciento de la contaminación del Valle de México y el 80 por ciento restante lo recibe de las entidades vecinas. Por principio de cuentas hay que señalar que de acuerdo a la Dirección de Monitoreo de la Ciudad de México, la Fuentes contaminantes de la Capital del País aportan más de la tercera parte de las emisiones. Vivimos en el mundo feliz de la Señora Tania Mueller. No tan solo es notoria su ausencia, también su desconocimiento del tema. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.