Sin lugar a dudas una de las mayores aspiraciones de cualquier ser humano es

vivir decorosamente y hacer lo que sea con tal de evitar las carencias. Entre los mexicanos promedio, la satisfacción de las necesidades primigenias es quizá la parte más importante, porque entre ellas están los gastos de renta, comida, vestido, y en segundo lugar las comodidades que pueden llamarse lujos personales como son los accesorios que en estos tiempos permiten un cómodo traslado, una vestimenta adecuada al estatus alcanzado, y quizá una demostración clasista que muestre ante los demás el esfuerzo realizado para “vivir mejor”.

Todos queremos alcanzar una buena forma de vivir. De ahí que nuestro modelo de vida incluya a la educación profesional como el principal elemento para la edificación del éxito personal y nicho de oportunidad para alcanzar ese estatus que por supuesto incluye bienes materiales como una cómoda casa, Vehículos, y una vida desahogada y libre de agobios. Claro está que no todos llegan a alcanzarlo, y no les queda más que conformarse con lo necesario para transitar decorosamente en la medianía.

Hasta ahora la clave del éxito personal ha sido la profesionalización, aunque en la mayor parte de las veces la carencia de habilidades trunca las aspiraciones y surge el conformismo cuando no se logra un empleo bien remunerado o que al menos cubra los principales satisfactores de nuestro modelo de vida. Pero también hay que considerar que en un país como el nuestro no siempre hay oportunidades, y la mayor parte de los egresados de las instituciones de educación superior tienen que conformarse con un salario que asegure la sobrevivencia.

Uno de los hijos mayores del Presidente de la República dio la nota al filtrar fotografías de la lujosa vida que ha alcanzado en Estados Unidos. Insisto, quien no haya tenido una aspiración de ese tipo es que nunca pensó que podría alcanzarlo y tampoco se preparó para ello. José Ramón, el primogénito, es un joven empresario que alcanzó un relativo éxito en el país cuando se dedicó al ramo inmobiliario, sobre todo por la adquisición y venta de bienes raíces en la Colonia Condesa, el lugar de moda en la capital del país.

Pero hay que señalar que su esposa de nacionalidad venezolana ha sido exitosa como cabildera en el ramo petrolero, sobre todo en lo que respecta a la construcción de gasoductos. También hay que decir que trabajó por espacio de quince años en “British Petroleum”, lo que le permitió residir durante algún tiempo en Dubai, la “ciudad del ensueño” como como lo señalan las crónicas del buen vivir. Pero las filtraciones de fotografías del lujo y esplendor en el que vive el matrimonio conformado por Carolyn Adams y José Ramón López ha despertado acres comentarios.

Creo que en este país todos tenemos el derecho de aspirar a vivir bien, y muchos lo logran. No veo el porque tenga que hacerse un escándalo mediático por las fotografías que fueron filtradas donde la opulenta vida del hijo del Presidente de la Republica muestra su éxito personal. Hasta ahora no sabemos a qué se dedica, pero que bueno que sea exitoso, que viva entre lujos y que tenga una esposa igual de exitosa que quizá es la que aporta la mayor parte de los bienes al exitoso matrimonio. Todos tenemos el mismo derecho, pero no todos somos hijos de un Presidente de la República. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.