Cada día que pasa el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador le muestra a los mexicanos una realidad brutalmente lamentable. Aquel que en el pasado tenía todas las respuestas para solucionar los problemas de este país, hoy por desgracia enseña el rostro de la ineficiencia, del autoritarismo, de la cínica corrupción en la que se han visto
envueltos la mayor parte de sus colaboradores, y los excesos del poder. Acudió a Tabasco con las manos vacías, porque el dinero público lo utiliza para los programas que tienen rendimiento electoral, y solamente propicio encono entre sus paisanos porque de nada sirvió su presencia.
 
Las reacciones de su visita han sido diversas, y la mayor parte de enojo y descalificaciones porque hasta ahora no han recibido ayuda y los abandono a su suerte. Y eso muestra la verdadera personalidad del responsable de los destinos de más de ciento veinte millones de hombres y mujeres de este país. Para decirlo más claro, los utilizo, como a muchos millones de mexicanos que creyeron en sus prédicas y que lo llevaron a ocupar la Presidencia de la República, desde donde por cierto ha edificado el desastre que ahora padecemos en la mayor parte del país porque ha concentrado como vulgar asaltante el dinero para sus proyectos de permanencia por tiempo indefinido.
 
Y la mejor muestra de su perfidia y la manipulación que ahora hace de las áreas centrales de su administración, es la exoneración que hizo el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto Castillo, quien en agosto pasado aseguró que se iniciaría una investigación sobre David Leon y Pío López Obrador después de haberse difundido un video en el que el primero entrega dinero al hermano presidencial para la campaña del ahora Presidente de la República porque “ no podemos tener distingos entre un grupo y otro”, lo que retrata muy bien su peculiar forma de entender su función.
 
Hasta ahora las muestras de corrupción han sido muchas y las cantidades de dinero de por medio cuantiosas. Otro ejemplo de la corrupción y el cinismo que corroe las entrañas de la mal llamada Cuarta Transformación, han sido los contratos que ha realizado Alejandro Esquer Verdugo, quien trabaja de Secretario Particular del Presidente de la Republica, y quien contrató a proveedoras fantasmas para que realizaran trabajos para la campaña del 2018, cuando era Secretario de Finanzas del Movimiento de Regeneración Nacional. 
 
Demostrando el grado de cinismo que pueden tener en la 4T, esos proveedores fueron incluidos este año en el listado definitivo de personas morales que simulaban operaciones comerciales con fines de evasión fiscal, lo que confirma que eran empresas fantasmas. De cualquier manera la circunstancia es que los negocios fueron para Andrés Manuel López Obrador una manera de engañar a los mexicanos con su cantaleta de que él era distinto porque no es igual a los del pasado. Por desgracia los mexicanos estamos constatando esa lamentable verdad de que efectivamente no es igual que los de antes, porque es peor que todos.
 
Esa es parte de nuestra lamentable desgracia como nación, porque elegimos a un aventurero que encontró la forma de burlar la ley para mantenerse en campaña permanente durante dieciocho años, y en menos de dos años de ejercicio presupuestal ha dilapidado los caudales públicos regalando dinero a los países centroamericanos que mantienen regímenes populistas. Y lo más grave de todo es que el cínico ladrón de Marcelo Ebrard Casaubón, aquel que desfalco el erario de la Ciudad de México con la complicidad de Mario Delgado durante la construcción de la Línea 12 del Metro, donde hurtaron treinta y cuatro mil millones de pesos, ahora presume los cientos de millones de dólares que los mexicanos aportamos para apoyar a los populistas centroamericanos. Al tiempo. 
 
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en periodismo.