Hasta ahora ninguno de los países populistas del Continente han logrado establecer un gobierno que no dependa de los préstamos, porque hasta la modernización de los procedimientos para alcanzar el desarrollo de las tasas impositivas sigue siendo uno de los principales problemas del México de
nuestros días. Si mal no recuerdo, desde que Jesus Silva Herzog afrontó una de las crisis económicas más severas, al final del gobierno de Jose López Portillo y el inicio del periodo de Miguel de la Madrid Hurtado, las finanzas mexicanas han adolecido de una severa particularidad, buscar confianza en el ámbito internacional para solventar sus problemas de liquidez.

Durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari se lanzó un ambicioso plan de reformas económicas para vigorizar el crecimiento y controlar la inflación, pero de entrada se lanzó una campaña de privatizaciones de las grandes empresas del Estado, como fue el caso de Telmex, las comunicaciones viales, las aerolíneas y el sector químico, el siderúrgico a través de Altos Hornos de Mexico, los seguros, las cadenas hoteleras, los medios de difusión electrónicos y finalmente la banca, lo que supuso la reversión total de la nacionalización realizada por Jose López Portillo en 1982.

Posteriormente el Banco de Mexico fue dotado a través de una reforma constitucional que garantizaba su autonomía funcional y administrativa. Según Salinas de Gortari, las privatizaciones realizadas en ese sexenio convenían al país por las ganancias que luego el gobierno destinaría para abonar a la deuda interna y costear las necesidades sociales, pero por desgracia el "tiro salió por la culata", porque al final de ese sexenio más del noventa por ciento del parque empresarial pasó a manos privadas, con excepción de la Comisión Federal de Electricidad y la Paraestatal Pémex, pero se provocó un holding de franquicias que enriquecieron a unos cuantos.

Después vendría la comercialización de los ejidos y se autorizó la inversión privada en la adquisición de un enorme cantidad de tierras. Otro error que se adjudica a Salinas de Gortari fue buscar el crecimiento a través de la exportación en detrimento de la industrialización, y después vendría el Tratado de Libre Comercio con Canadá y Estados Unidos, país que llegó a controlar el setenta y tres por ciento de todos los intercambios de Mexico con el exterior. La estrategia era unir Latinoamérica a Norteamérica, surgiendo así el afamado Tratado vigente a la fecha.

Por desgracia el gobierno encabezado por Andres Manuel López Obrador no da ""pie con bola" como se dice en el argot popular, pues llegó al segundo año de su mandato con una deuda de doce billones de pesos, lo que significa el cincuenta y dos por ciento del Producto Interno Bruto, aunque en otro de sus desplantes populistas el propio Mandatario atribuye ese incremento a la depreciación del peso frente al dólar. Pero si mal no recuerdo, una de sus principales promesas de campaña fue no endeudar al país, pero hasta ahora, en su segundo año de gobierno tiene una deuda histórica que supera los doce billones de pesos, una catástrofe financiera.

Ahora emitirá un bono de referencia a 50 años por un monto total de tres mil millones de dólares, uniéndose así a los gobiernos de la región que buscan alargar sus perfiles de deuda en un momento en que los costos de los préstamos caen, lo que seguramente será publicitado como una exitosa negociación, pero al final del día está haciendo lo mismo que sus antecesores: empeñando el futuro de los mexicanos. Si el país no tiene dinero, no habrá programas sociales que aseguren ganar la elección intermedia, de ahí que este último endeudamiento servirá para intentar el triunfo y consolidar su proyecto de eternizamiento en el poder a costa de los contribuyentes. ¿Y la "economía moral"? Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.


Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en el periodismo.