Desconozco cuáles sean los compromisos adquiridos por el Presidente de la República para evitar que las energías limpias entren exitosamente al mercado mexicano con la finalidad de suplir 

 la quema de combustible, o carbón, en la generación de electricidad. Pero sobre todo en el manejo exitoso de la limpieza del medio ambiente como una premisa de los gobiernos de estos tiempos que han tenido la decisión de evitar en lo posible incrementar los daños que hemos provocado a la naturaleza, y habrá que señalar que la mayoría de ellos están decididos a evitar en lo posible el utilizamiento de combustibles fósiles.

El problema de los mexicanos es que el Presidente de la República camina en sentido contrario al que aconsejan los especialistas, y hasta ahora no ha dado ninguna explicación o razón válida de su decisión de seguir contaminando el medio ambiente al pretender generar electricidad a base de combustoleo o carbón, sin dar un razonamiento coherente que explique su deleznable y arcaico comportamiento de forma contraria a la que han propuesto los especialistas, pero sobre todo, incumpliendo los tratados internacionales que el país ha suscrito en los últimos años.

Apenas el martes pasado el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en el encuentro que sostuvo con el Primer Ministro de Canadá, y Justin Trudeau, dejaron en claro el propósito de lograr la meta de ""cero emisiones" para el año 2050, con la firme promesa de redoblar los esfuerzos para abordar los problemas que ocasiona el cambio climático, mostrándose optimistas de la nueva etapa en la relación de ambos países, lo que significa un paso adelante en el mejoramiento de las condiciones del medio ambiente.

Lo grave es que pareciera que nosotros caminamos en sentido contrario, y de lo que se trata es de seguir manteniendo el propósito de agravar nuestra lamentable circunstancia con la emisión de partículas a causa de las emisiones contaminantes que tanto acostumbramos en nuestra cotidianidad, y que no son otra cosa que el vertido de sustancias a la atmósfera producto de la actividad de las termoeléctricas que afectan la calidad del aire en los espacios en que se desarrolla la actividad de la vida humana, con el consiguiente daño a la salud ambiental.

Mientras Justin Trudeu y Joe Biden abordaban los procedimientos para la reducción de partículas que han provocado un daño irreversible al ambiente y provocado el cambio climático, la Cámara de Diputados tomaba la determinación de aprobar una iniciativa de ley anticonstitucional enviada por el Presidente de la República, y que es violatoria de diversos tratados y compromisos internacionales que ha firmado el país, como son los compromisos que contiene el Tratado de Mexico, Estados Unidos y Canadá, además de los acuerdos de Paris. El daño que provocará la decisión de Andrés Manuel López Obrador al sector de energías renovables será brutal porque se privilegia la quema de combustóleo, que es altamente contaminante y que pone en riesgo los compromisos adquiridos por México para reducir las emisiones.

Pero esta decisión también afectará la producción de automóviles eléctricos, lo que nos coloca en sentido contrario a lo que han recomendado los especialistas. Por si no lo sabe el Presidente de la República, lo que de entrada es gravísimo, la industria automotriz contribuye con el 3% del Producto Interno Bruto, además de generar el 22% de los empleos del sector manufacturero, que además es la actividad productiva que propicia mayores ingresos de divisas en el país. Pero también se corre el peligro de la certeza de las inversiones futuras. La arcaica forma de concebir el futuro por parte de Andres Manuel López Obrador seguirá costándonos mucho a los mexicanos. Cuando los pueblos se equivocan, los mismos pueblos son los que padecen las consecuencias. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en el periodismo.