Dícese de la persona que abusa del poder político y gobierna de manera totalitaria, sin limitaciones legales y, normalmente, actuando de forma corrupto y

cruel. Al igual que los tiranos populistas del Continente, Andres Manuel López Obrador está militarizando al país. Hasta ahora el Ejército Mexicano controla los puertos, las aduanas y los aeropuertos, pero también se les ha concedido contratos de forma directa para que realicen las obras que hasta ahora había venido realizando las dependencias de gobierno.

Lo peor de todo es que infinidad de periodistas alertamos a los mexicanos de lo que vendría, y pareciera que el destino nos alcanzó porque a pesar del estupor generalizado hasta ahora muy pocas de las expresiones sociales han levantado la voz. Para decirlo más claro, ni siquiera los partidos de la oposición imaginaron lo que ocurriría porque pensaron que la letra de la ley y la Constitución bastaban para detener las ansias tiránicas de un sujeto que durante toda su vida mostró y demostró una infinita vocación de poder.

Muchos hicieron señalamientos de que nunca trabajó, que gasto enormes cantidades de dinero en sus diversas campañas, y que el dinero era producto de sus componendas con el narcotráfico, que ha tenido ligas con el crimen organizado, y que cuando fue Jefe de Gobierno amasó una cuantiosa fortuna con la construcción de los Ejes Viales, pero también hay que señalar que la Construcción de la Línea 12 del Metro que realizó Marcelo Ebrard a Casaubón le dejó mas de treinta mil millones de pesos de utilidad.

Fuera caretas, lo que tanto alertamos los periodistas ha comenzado a ocurrir, por ahora está militarizando al país, y ya controlan los puertos, las aduanas y hasta los aeropuertos. Para mantener a los principales mandos militares leales a su proyecto ha negociado darles contratos directos sin que se les pueda cuestionar. No es para combatir el crimen organizado, es para que en el momento que se necesite, se vayan contra la gente y el pueblo si intentan organizarse para realizar un frente ciudadano.

Andrés Manuel López Obrador emitió decreto que permite la aprobación de manera automática a cualquier proyecto de obra pública que el gobierno considere “de interés público y seguridad nacional” esquivando todos los procesos de revisión y viabilidad, pero además establece un plazo de cinco días para otorgar la aprobación “temporal” de un año para lo que sea que el gobierno quiera hacer o realizar. Así de sencillo, con un simple decreto el Presidente de la República deja sin valor a la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos y a las leyes que de ella emanan.

Com esta serie de medidas dictatoriales Andres Manuel López Obrador irá sin freno por la construcción de sus enormes y faraónicos e inútiles proyectos. Ahora podrá declarar de interés público y seguridad lo que se le antoje en materia telecomunicaciones, aduanero, fronterizo, hidráulico, hídrico, medio ambiente, turístico, salud, vías férreas, ferrocarriles en todas sus modalidades, energético, puertos, aeropuertos y aquellos que, por su objeto, características, naturaleza, complejidad y magnitud, se consideren prioritarios o estratégicos para el desarrollo. Muchos periodistas alertamos a los mexicanos lo que ocurriría, y ahora nos alcanzó la realidad que tanto temíamos. Solamente la sociedad civil unificada, y el apoyo de Estados Unidos y la comunidad internacional podrá revertir el comienzo de la Dictadura, porque estamos en su patio trasero. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.