Finalmente se decidieron a quitarse esa careta que les permitió ganar la elección en las Jefaturas Delegacionales que gobiernan desde hace poco más de un año. Los escarceos que tuvieron con los medios de comunicación al inicio de su gestión, fueron para calar qué tanto podrían afectar su proyecto de seguir generando ingresos para que las huestes de su partido mantengan una mayor presencia y la hegemonía en cada uno de los barrios de la Gran Ciudad.
Sin lugar a dudas la elección de los Comités Vecinales fue el mejor termómetro de que siguen y seguirán durante mucho tiempo al mando de las Delegaciones Políticas. Los métodos clientelares que tanto criticaron al Partido Revolucionario Institucional fueron refinados y ahora tienen marca propia, y eso ha sido producto de años de experiencia, trabajo, dedicación y esfuerzo.
Los Jefes Delegacionales de cinco de las principales demarcaciones de la Ciudad de México han decidido que es la hora de mostrar de qué están hechos y la forma en que seguirán “trabajando” para asegurar esa hegemonía territorial, ese activismo que penetra en cada uno de los barrios y manzanas de la mayor parte de las colonias, y ese “control” del que ha hecho gala su partido desde que arribaron al poder en la Ciudad de México en 1997, con el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas a la cabeza, quien aunque muchos lo pongan en tela de juicio sigue aspirando a postularse por cuarta vez para competir por la Presidencia de la República, y qué mejor tema para reposicionarse que el petrolero.
Dejando de lado las aspiraciones cardenistas para otra entrega, diré que el cinismo de los Jefes Delegacionales Alejandro Fernández, en Cuauhtémoc, Víctor Hugo Romo en Miguel Hidalgo, Mauricio Toledo en Coyoacán, Leonel Luna en Álvaro Obregón y Marisela Contreras en Tlalpan, rayan en lo absurdo a causa de las complicidades que tienen con la mayoría legislativa en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, y la indiferencia del Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera. Los mencionados funcionarios han decidido quitarse la máscara y mostrar el rostro de la impunidad a la que se han acostumbrado asaltando las arcas públicas, y robando a diestra y siniestra a los azorados vecinos que han comprendido que no hay nadie que los defienda porque poco aprecio se ha hecho de lo que se relata en los medios de comunicación.
El cinismo es brutal, la vocación por lo ajeno tremenda, pero lo más admirable es el empeño que ponen en seguir robando a sabiendas de que serán merecedores del escarnio popular durante muchos años. Parece que el encumbramiento político y la acumulación de riqueza en la Ciudad de México tiene un precio: seguir al pie de la letra los dictados de los liderazgos regionales que ha establecido la izquierda en la Capital de la República, esos que se encargan de mantener la disciplina y la estrategia para la recolección de los recursos que garanticen el activismo y el control político de todos los rincones de la Gran Ciudad. ¡¡¡Fuera Máscaras!!! Como afirman que dijo Maquiavelo: El fin justifica los medios. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.