cientifico

“Los científicos mexicanos pueden considerarse entre los mejores del mundo y muchas de sus investigaciones podrían salir a la luz en el ramo de la salud, sin embargo, 99% de las mismas se queda en el papel, debido a falta de apoyos”, fue la reflexión de Gabriela

Gutiérrez, directora general de Polisalud, la tienda de los investigadores de origen politécnico.

Durante el anuncio de una nueva etapa para apoyar a investigadores de más instituciones académicas en todo el país, el investigador Dimas Jiménez Mendoza, quien comercializa sus productos en Polisalud y es el único científico mexicano que ha logrado la patente de 10 inventos, uno de ellos incluso fabricado para la NASA y sus viajes espaciales, aseguró: “Es increíble que me haga más caso la NASA que nuestras autoridades en México, tenemos todo el argumento científico para demostrar que sirve, pero nuestras autoridades no saben cómo entrarle”.

A su vez, Gutiérrez dijo que ante la falta de presupuesto y apoyo por parte del gobierno, la investigación se queda arrumbada en hojas y no se lleva a la práctica, por ello, Polisalud “significa para algunos científicos la posibilidad de desarrollar y crear productos para la salud y el bienestar”.

Pero, ¿por qué el mexicano no logra tener patentes? Dimas Jiménez aseguró que existen dos factores importantes: la burocracia y falta de dinero. Dijo que “el desarrollo de una patente en México cuesta 150,000 pesos promedio, después le cobran a uno por hacérsela, luego para tenerlo por escrito y el que quiera hacer eso se va a llevar una maestría o un doctorado”.

La clave, reveló el científico, es contar con un despacho especializado, sea o no mexicano. “Así pude ganar en el 2007 ocho registros, mientras que el Politécnico logró seis. Mi idea fue aprovechar el dinero otorgado por Conacyt para contratar tres despachos mexicanos y uno americano, los puse a competir entre ellos para ver quién era el más rápido y mejor, así tuve un resultado inesperado”.

El ingeniero bioquímico aseguró que en México sí se puede patentar, “pero por este método: pedir recursos, contratar despachos y cristalizar la idea de inmediato, porque si uno obtiene una patente después de cuatro años, a veces deja de ser innovación”.

Agregó que “los científicos deben ponerse las pilas y patentar lo antes posible”, y aseguró que las publicaciones no sirven de nada.“Es un requisito que al darse a conocer, llega alguien listo, la modifica un poco, la ordena y sacan las patentes, así el pobre científico mexicano se queda con los premios de 50,000 pesos, por ejemplo que otorga la Coca Cola, y eso no es nada, ¿para qué quiero un premio de 50,000 pesos si puedo conseguir una patente de 300,000?”.

Expansión internacional,
el siguiente paso

A 10 años de su nacimiento, Polisalud cuenta actualmente con cinco sucursales distribuidas en el Distrito Federal y área metropolitana y una logística que le permite llegar a más de 50,000 personas en el interior de la República.

“Comenzamos comercializando cuatro productos y actualmente ya contamos con 35 de 10 investigadores del Politécnico. El plan para el próximo año es consolidar lo que ya tenemos, abrirnos a nuevos investigadores de otras universidades, así como llegar a todos los hogares de México”, explicó Gutiérrez.

Entre sus productos se encuentra la gelatina del Politécnico, para la reducción de peso, y el gel baba de caracol, con capacidad para reducir estrías y celulitis; se han agregado el chocolate del futuro (patente del doctor Jiménez), que contiene aguacate, nopal, mango y avena con 42 kilocalorías y que puede ser consumido por niños en edad escolar y el llamado “alimento del futuro”, que está basado en la dieta del mexicano y permite bajar hasta 7 kilos aproximadamente en 30 días.

La directiva agregó que una vez llegando a todos los hogares mexicanos con al menos un producto podrán comenzar su expansión en el mercado internacional. “Ese será nuestro siguiente paso. Lo importante ahora es consolidarnos”.

Jiménez Mendoza, también fundador de la empresa Quinasa Sapi. Alimentos del futuro, dijo que ya vende sus productos en el mercado estadounidense donde y cuenta con una tienda en Houston.

“Hay un distribuidor en Houston que ya está interesado en todos los productos de Polisalud, por lo que podría ser el puente de unión entre Polisalud y el extranjero. Polisalud reúne todos los requisitos para exportación. Únicamente necesita el plan de negocios, por lo que próximamente ya podrían exportarse sus productos”, comentó .