Desde Alaska, con fines reproductivos y de crianza, la ballena gris sigue su arribo al Océano Pacífico, particularmente, a la Laguna Ojo de Liebre, Baja

 California Sur. Son 38 hembras adultas y 14 ballenatos los que han llegado, de acuerdo con el primer censo de la temporada de avistamiento 2019 -2020, realizado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).
En esta temporada que comenzó en diciembre pasado, 59 autorizaciones a prestadores de servicios turísticos se emitieron por la CONANP, para permitir la conservación de los ecosistemas y la diversidad biológica, también, para que más de 2 mil 650 lugareños, obtengan los beneficios económicos que aporta el avistamiento de los cetáceos.
La promoción de la observación de la ballena y el turismo sustentable, se conducen con la Norma Oficial Mexicana NOM-131-SEMARNAT-2010, misma que establece los lineamientos y especificaciones para el desarrollo de las actividades referentes a la protección de este mamífero y la conservación de su hábitat.
Se prevé que en abril finalice la llegada de la ballena con un registro mayor al de la temporada 2018-2019, que fue de 830 cetáceos en total, 268 ballenatos y 562 hembras adultas, en esta laguna y la de San Ignacio, los dos santuarios balleneros más importantes del mundo.
En el Santuario de Ballenas El Vizcaíno, comprendida por la Laguna Ojo de Liebre, Laguna San Ignacio y los alrededores, se labora coordinadamente con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y los comités de vigilancia comunitaria, para la protección, así como para actividades de monitoreo y educación ambiental.