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La física moderna reconoce que existen cuatro fuerzas fundamentales en la naturaleza, la fuerza de gravedad, la fuerza electromagnética, la fuerza nuclear fuerte y la fuerza nuclear débil. La más débil de estas fuerzas es la fuerza de gravedad.


La fuerza de gravedad es, junto con la fuerza electromagnética, la que más conocemos, ya que la tenemos presente todo el tiempo, todos nosotros hemos sufrido de alguna caída y sabemos lo que es perder el equilibrio, es donde más resentimos la fuerza con la que la Tierra nos atrae, y a la vez es tan débil que con el esfuerzo de nuestro brazo podemos levantar un objeto, contrarrestando la atracción terrestre. No sabemos cómo se explicaban los antiguos la atracción de la gravedad hasta Platón y Aristóteles en el siglo IV a.C., quienes afirmaron que toda la materia estaba compuesta de cuatro elementos básicos, la tierra, el agua, el fuego y el aire, había aún un quinto elemento, la quintaesencia la cual estaría dotada del aliento divino y se trataba más como metafísica en lugar de filosofía de la naturaleza.
Fueron los griegos desde al siglo VII a.C. los primeros de quienes sabemos, buscaron una explicación natural a los fenómenos para formarse su cosmovisión, eso debemos reconocerlo aun y cuando muchas veces estuvieran equivocados.
Desde ese entonces y hasta casi dos mil años después, los hombres creían, gracias a Aristóteles, que aquella materia hecha de fuego buscaría su lugar natural en los cielos, y por ello el humo y la llama suben, la materia hecha con tierra por el contrario tenderían a buscar su lugar natural en la Tierra y por eso caían. Además también se pensaba que todos los eventos más allá de la Luna serían eventos divinos donde el hombre no tenía forma de entender, ya que era el lugar de Dios, sólo la parte sublunar sería la parte que no era divina y por la tanto imperfecta. Sin embargo con las ideas de Copérnico que simplificaba la realización de cartas celestes para localizar estrellas y los movimientos de los planetas colocando al Sol y no a la Tierra en el centro del Universo, que la cosmovisión de la humanidad tuvo su primer cambio significativo, Galileo Galilei dejó caer de la torre de Pisa esferas del mismo tamaño pero diferentes pesos, para demostrar que Aristóteles estaba equivocado ya que él pensaba que a mayor peso mayor velocidad de caída.
Utilizó el plano inclinado para estudiar medir los tiempos de caída de los cuerpos con mejores resultados ya que en ese entonces no había relojes. Posteriormente Kepler encontraría las leyes de los movimientos de los planetas con lo cual se podía predecir ya no solamente la ubicación de un planeta con mayor exactitud sino también su periodo orbital y su distancia al Sol, que también se creía se encontraba en el centro del universo. Escribió el libro de “Sueños”, ahí menciona la atracción equilibrada en una zona intermedia entre la Tierra y la Luna donde no se siente la fuerza de gravedad. @SergioUniverso.
Sergio R. Quesada.