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Debido a que el proceso actual de cernido de arena es insuficiente, alumnos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) construyeron un harnero que trabaja automáticamente a partir de una fuerza centrífuga que mejora la producción, reduce costos y sustituye operadores.

Stephania Arriaga Cruz, Manuel Flores Lozada, Óscar Carranza Reyes y José Efraín Moreno Martínez, alumnos del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (Cecyt) 4 “Lázaro Cárdenas” buscaron cubrir la necesidad básica de pequeñas construcciones, por lo que ofrecen a bajo costo el pequeño harnero para uso individual.

En un comunicado, explicaron que esta actividad comúnmente es practicada por dos personas, un tamiz y una malla, labor que resultaba poco productiva y costosa, en cambio el harnero politécnico realiza el trabajo pesado en menos tiempo y con mayor producción, pues tiene capacidad para cernir 11 kilogramos por minuto.

La máquina está construida con la base de un boiler, recipiente de madera, motor, guardapolvo, paletas encargadas de repartir el material y cribas que clasifican la arena en tres tipos: grueso, mediano y fino.

El harnero funciona cuando el eje conectado al motor gira las paletas que barren la arena colocada en una primera malla localizada arriba de la máquina, una vez que está lo suficientemente delgada cae a una segunda y repite el procedimiento.

La criba separa y envía la basura, piedras y desechos a la parte superior, mientras que la arena fina, queda debajo del aparato.

En un futuro los politécnicos planean producir en serie y construir más prototipos sobre diseño de acuerdo a las necesidades de las personas.