En vista de la necesidad de aumentar el uso de energías

 renovables para disminuir la huella de carbono y así detener el calentamiento global, gobiernos y compañías trabajan sin descanso para incrementar fuentes de energía renovable, tales como: solar y eólica.

De acuerdo con el Reporte Eólico Global 2018 del Consejo Global de Energía Eólica, México ocupa el cuarto lugar en la generación de energía eólica en América y el décimo séptimo en el ranking mundial. Según información de la Asociación Mexicana de Energía Eólica (Amdee), aún está en proceso la estimación del potencial de energía eólica que se instalará en México en 2020, sin embargo, se calcula que será de alrededor de mil mega watts.

La Amdee también reporta que hay actualmente 54 parques eólicos instalados en 13 estados de México, con una inversión de más de 10 billones de dólares. La meta para 2024 es expandirse a 18 estados y generar 15 mil mega watts, lo cual contribuirá con el aumento de 826 billones de dólares al Producto Interno Bruto del país (PIB).

Para conseguir esta meta es necesario afrontar algunos retos, como un mayor desarrollo en las líneas de transmisión de energía y las redes de distribución. Una operación óptima de las turbinas eólicas es también esencial y requiere un mantenimiento especializado, apoyado en materiales de alto rendimiento desarrollados por compañías tecnológicas.

Las turbinas eólicas deben incorporar componentes de alta calidad como los desarrollados por el grupo tecnológico global Freudenberg, quien ofrece una variedad de innovaciones sostenibles, así como servicios eficientes y productos para lograr una operación segura y de confianza.

La Ventosa, situado en Oaxaca, es uno de los parques eólicos más productivos de México. La altura de sus turbinas va de 65 a casi 80 metros, con un diámetro superior a 50 metros. Generan en su totalidad 101 mil 900 kilo watts de energía lo cual requiere un rendimiento eléctrico superior. Pese a que el mantenimiento y la reparación de estas turbinas es difícil y caro, Freudenberg ofrece soluciones innovadoras y personalizadas.

Los sellos desarrollados por Freudenberg Sealing Technologies ayudan a evitar que el polvo penetre en los elementos de la máquina. El sello especial Seventomatic utiliza un resorte curvo pronunciado, lo que hace que sea menos susceptible a grandes movimientos y a la separación del rodamiento principal. La mayor flexibilidad permite una mejor compensación, superior a varios milímetros, evitando fugas no deseadas.

Además, las turbinas eólicas tienen una serie de puntos de fricción donde el uso de lubricantes especiales impacta y contribuye directamente a mejorar la eficiencia operativa. Klüber Lubrication, uno de los grupos de negocio de Freudenberg, ha desarrollado un portafolio de lubricantes especializado para atender los retos de lubricación en turbinas eólicas.

Por ahora, los grandes generadores de energía eólica son China —que tan solo en 2018 captó 45% de las nuevas instalaciones a escala mundial—, Estados Unidos y Alemania. La transición hacia fuentes de energía renovable conlleva algunos desafíos, como una revisión de los modelos de negocio para ofrecer nuevas oportunidades de inversión y, en el aspecto tecnológico, encontrar las soluciones más baratas y eficientes con objeto de que los países en desarrollo puedan acceder también a esta transición.

El 2018 también fue un año récord para México, con 929 mega watts de nueva capacidad instalada, que alcanzó un total de casi 5 giga watts. A pesar de la cancelación de las subastas para invertir en energía eólica por parte del gobierno, la iniciativa privada no se rinde y continúa con los planes de inversión e instalación de nuevos parques eólicos a fin de alcanzar la meta propuesta para 2024.