EEUU, 7 de julio de 2025 ::: En vísperas del esperado estreno de “Superman” (2025) —llega a las salas

de cine en México el 10 de julio—, David Corenswet conversa sobre lo que significa encarnar al superhéroe más icónico del cómic. Con dirección de James Gunn, la nueva cinta promete una visión renovada del kryptoniano. En entrevista, Corenswet habla de volar, de los calzoncillos por fuera y de cómo encontró su propia voz dentro del traje rojo y azul.

 —¿Qué se siente volar?
—Es, al mismo tiempo, una sensación extremadamente incómoda y la experiencia más emocionante y liberadora del mundo. Estás suspendido con cables, usando un arnés debajo de toda la ropa, así que definitivamente hay tirones, roces, pellizcos, raspones y todo tipo de molestias. Pero, de alguna manera, cuando las cámaras empiezan a rodar y escuchas “3, 2, 1, acción” y estás volando por el aire, todo eso desaparece y simplemente estás volando.
—¿Cómo te enteraste y qué sentiste cuando descubriste que serías “Superman” y, por supuesto, también “Clark Kent”?
—Estaba en casa, en un descanso corto del rodaje de “Twisters”, y recibí una llamada de un número desconocido con código de área 310 de Los Ángeles. Pensé: “Probablemente debería contestar. Siento que estoy esperando una llamada. Sea buena o mala, la estoy esperando”. Contesté y escuché: “David, habla James Gunn”. Por alguna razón le dije: “¿Puedes probarlo?”. En ese momento pensé: “No sé si este es realmente el número de James, ¿quién sabe?”. Y él se rio, diría que de forma comprensiva. Lo entendió y me dijo: “Bueno, es un buen punto. Pero te estoy llamando para ofrecerte el papel de 'Superman’”. Y le respondí: “Bueno, tú eres el único que puede hacer eso, así que debe ser cierto”.
Hay un nivel de incredulidad, como un momento surrealista de: “Oh, esto está pasando de verdad”, porque no te atreves a tener esperanzas. Quizá una o dos veces te permites imaginar la posibilidad, pero no te permites soñar. Después tuve una breve, pero muy linda charla con James sobre sus prioridades y algunas cosas que le importaban. Pero después fue como si a un astronauta le dijeran que va a ir a la Luna.
—Antes de aceptar este proyecto, ¿cuál era tu historia personal con el personaje? ¿Cómics, películas, series?
—Nunca estuve expuesto intensamente a una versión específica de “Superman”. Sí llegué a ver episodios de “Smallville” después de la escuela, antes de que mis padres regresaran a casa (no nos dejaban ver televisión cuando éramos niños), y recuerdo haber visto “Superman Regresa” en el cine y que me encantó, pero nunca hubo algo que me abriera completamente la puerta a todas las versiones, el universo, el canon, las increíbles interpretaciones, los artistas y todo lo demás… hasta que leí el guion de James. Me sorprendió encontrar tantos elementos en la historia. Yo conocía a Christopher Reeve y su película —tal vez incluso la vi alguna vez de niño—, y sabía quiénes eran “Lex Luthor” y “Lois Lane”, pero al leer el guion de James me asombró ver todos esos elementos que, a primera vista, no parecían encajar en el mundo de “Superman”… hasta que él me habló de “All-Star Superman” y “Superman for All Seasons”, dos cómics grandiosos que yo no conocía. Los leí y pensé: “Ah, todo esto ha estado aquí desde hace años. Simplemente no se había mostrado todavía en la pantalla grande”.
—Al leer su guion, ¿te sorprendió que no fuera una historia de origen tradicional?
—Es un gran punto. No estoy seguro de haberme sorprendido, pero sólo porque ya lo estaba al ver a “Krypto” y a todos estos metahumanos, este mundo que no es el nuestro, aunque es similar y tiene paralelismos. Los robots de “Superman” me hicieron pensar: “No esperaba esto. No sabía que existían”. El origen de “Superman” no se olvida en la película, simplemente no es el centro de la historia. Y creo que eso nos da mucha libertad para entrar de lleno en la acción. No necesitas saber nada antes de ver la película. Aprendes todo lo necesario mientras la ves, ya seas fan o no del personaje y nos permite sumergirnos de lleno en la historia desde el principio.
—¿Qué representa el personaje? Tanto en esta película como en el mundo real, ¿qué simboliza?
—Creo que simboliza el ideal de hacer el bien y dar lo mejor de uno mismo. Representa lo mejor de nosotros, y por encima de todo, representa la perseverancia de levantarse cada día y hacer lo mejor posible. Dar un paso a la vez, actuar con buenas intenciones y siendo consciente del impacto que puedes tener, y de las responsabilidades que vienen con ello. Y en muchos sentidos, de eso trata también la película: de mantener esos ideales en un mundo que no los considera muy atractivos o valiosos, donde si haces el bien, a veces parece que te quedas atrás frente a quienes son más egoístas o están dispuestos a llegar más lejos sin importar las consecuencias. Pero al final, creo que esta aventura dejará al público lleno de energía, emocionado y listo para enfrentar lo que sea.
—El personaje tiene una larga historia en cine y televisión, pero ¿cómo hiciste para darle tu propio sello?
—Fue muy emocionante recibir la audición porque la usé como excusa para ver fragmentos de todas las versiones del personaje en pantalla, y encontré cosas que personalmente me tocaron: esa esperanza, ese deseo de hacer el bien, y también esa sensación de aislamiento o desconexión con los demás, incluso con las personas que amas, con la humanidad en general. Son rasgos del personaje increíbles para explorar. No digo que no se hayan abordado antes, pero definitivamente son elementos que me atrajeron y que quise profundizar más.
—¿Cómo definiste para ti los dos lados del personaje, para que veamos en pantalla a un “Clark” y a un “Superman” claramente distintos?
—Creo que la principal diferencia está en que a “Clark” realmente le gusta interpretar esos dos papeles. Le encanta ser “Superman”, tener la oportunidad de aparecer y salvar el día, y siente mucho orgullo por su capacidad de proteger, servir y hacer que la gente se sienta segura. Pero, en cierto modo, “Superman” es el centro de atención. Cuando aparece, todas las miradas están puestas en él. También disfruta poder pasar desapercibido. En el periódico Daily Planet, no es el centro de atención. No es el reportero estrella. Forma parte de un gran grupo de periodistas valientes a quienes admira profundamente, y le encanta apoyarlos. También disfruta mantenerse al margen, escuchar más, y ayudar a que sus colegas brillen en lugar de ser siempre él quien salva el día.
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—Algo poco común en esta película es que “Superman” y “Lois” ya se conocen bien, no hay una escena de “amor a primera vista”. Cuéntame, ¿cómo fue trabajar con Rachel Brosnahan y por qué crees que es la “Lois” perfecta?
—Rachel es la “Lois” perfecta porque no se le escapa nada. Es tan aguda e intuitiva que es casi frustrante… pero en el mejor sentido. Es como: “¿Cómo es posible que no se te pase nada? Detectas todo y conectas cosas que yo no había visto, incluso cosas que dije antes y que tú recuerdas perfectamente”. Como actor, eso es increíble, porque sabes que te está escuchando, que te está viendo, que está completamente presente. Y para “Superman”, es extremadamente frustrante porque ella lo confronta en todo lo que hace. Él piensa: “Sólo estoy haciendo lo mejor que puedo, estoy tratando de hacer el bien. ¿Qué tienes en contra de eso?” Y ella le responde: “No tengo nada en contra, pero tenemos que cuestionarlo”. Ese instinto periodístico de escepticismo y de pensar en las consecuencias a mediano y largo plazo. Por eso son un par equilibrado, aunque “Superman” sea un ser con súper poderes y “Lois Lane” una periodista humana. Y eso, por supuesto, también genera chispas, romance y emoción entre ellos.
—Y del otro lado está “Lex Luthor”, el villano definitivo de “Superman”. ¿Cómo fue trabajar con Nicholas Hoult?
—Trabajar con Nick es, en realidad, una de esas cosas que he deseado como actor desde hace tiempo, y lo he admirado durante muchos. Ha tenido una carrera larguísima y aun es muy joven, con muchísimo por delante, pero ya ha hecho un trabajo increíble en muchos proyectos. El día que se confirmó que sería nuestro “Lex Luthor” pensé: “Hoy es un gran día para esta película”, porque un superhéroe sólo es tan interesante como su villano. Nick le dio al personaje una especie de audacia. Estaba dispuesto a probar todas las versiones posibles de “Lex”. Verlo a él y a James desarrollar el personaje durante la preparación y también mientras rodábamos… realmente hubo momentos de experimentación, porque “Lex puede” adoptar muchas formas como supervillano.
—¿Cómo fue trabajar con James Gunn?
—Colaborar con James fue incluso mejor de lo que había imaginado. Todo nace de su amor genuino por el material y por contar buenas historias. Él dice que creció —que aprendió a leer— con los cómics de DC. Es como un niño en... no una tienda de dulces, sino en una tienda de cómics.
Tiene una energía contagiosa. Reunió a sus amigos de siempre, y su única misión es hacer la película más divertida, emocionante y conmovedora posible. Tiene una visión muy clara, pero también cree firmemente que una gran idea puede venir de cualquier persona: de un actor, de un asistente de producción… y lo genial es que conoce a la mayoría por su nombre, porque ya ha trabajado con ellos antes.
¿Y los calzoncillos por fuera?
David Corenswet ríe al recordar cómo inspiró a James a usar los calzoncillos por fuera. De hecho, al director siempre le gustó la idea de los calzoncillos por fuera, pero no lograba encontrar cómo hacer que funcionaran. Era fácil que se vieran ridículos, y además no tenían una función clara. No era como otras partes del traje, tipo el cinturón de “Batman” o su armadura, que tienen un propósito definido. Los calzoncillos por fuera simplemente no tenían sentido práctico.
Sin embargo, David agregó que le dijo a James que tal vez los calzoncillos por fuera no necesitaban una función práctica. Podían ser simplemente una elección estética, un contraste deliberado frente a la imagen de un alienígena todopoderoso capaz de volar y lanzar rayos con la mirada. No se trataba de intimidar ni de demostrar fuerza, porque esa ya era una verdad conocida. Lo esencial era transmitir cercanía, ese mensaje claro de: “Si necesitas ayuda, aquí estoy.” Un héroe accesible, al que un niño puede acercarse sin miedo, saludar o pedir una foto.