El espectáculo de La Llorona símbolo doloroso de la mexicanidad, la defensa y la resistencia azteca, ante el peligro inminente de destrucción de su pensamiento, cultura

y existencia misma, durante la dominación española, fue de nuevo puesto en escena en la isla de Tlilac, muy cerca del embarcadero de Cuemanco y así continuará durante Octubre y Noviembre.


Así lo dio a conocer la Secretaría de Turismo de la Ciudad de México, al señalar que todos los fines de semana hasta el 17 de noviembre será la puesta en escena los viernes sábados y domingos.
A al premier acudieron el alcalde de Xochimilco, José Carlos Acosta, la directora general de la Comisión de Recursos Naturales (Corena) de la Secretaría del Medio Ambiente, Columba Domínguez, el senador Martí Batres Guadarrama, así el representante de la Secretaría de Turismo, Guillermo Arnal, quienes presenciaron y realizaron un recorrido por los canales de Xochimilco, en donde se hizo notar el atractivo cultural del espectáculo que contribuye al rescate de la identidad a través de la danza y música prehispánicas.
Hace 26 años que en el islote de Tlilac, dentro de los canales de Xochimilco, lo cantan, lo bailan y lo representan actores de este lugar, herederos de aquel relato triste y de otros del tiempo prehispánico, con lo que dan realce a la preservación turística, cultural, artística e histórica a través de expresiones artísticas como la música, el teatro y la danza.
La Llorona, representada en el islote, se disfruta a bordo de trajineras, que así funcionan como butacas para este espectáculo nocturno de luces y antorchas y su representación se extiende a Octubre y Noviembre, debido al misticismo inherente a las celebraciones ancestrales por los Días de Muertos.
Ahora, los xochimilcas contemporáneos, de nuevo llevaron a escena su representación, en una conmemoración especial por los 100 años del aniversario luctuoso del Caudillo del Sur, Emiliano Zapata, una figura histórica que identifica a muchos compatriotas por la firmeza de sus convicciones: Tierra y Libertad.
La representación, muy cerca del embarcadero de Cuemanco, en Xochimilco, es una oportunidad excepcional para saber que La Llorona realmente existió y que lo suyo, no es espantar a la gente, sino hacer claridad en las conciencias acerca de hechos históricos, que persisten en la memoria de todos los mexicanos hasta nuestros días.