Carlos-Fuentes

Algunos recintos del Centro Histórico de esta capital, los cuales inspiraron la narrativa sobrenatural de Carlos Fuentes (1928-2012) integran el recorrido de las próximas “Visitas Literarias” que organiza la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto

Nacional de Bellas Artes (INBA).

La cita es el próximo domingo en la Alameda Central, donde la escritora y editora Gabriela Damián dará inicio al recorrido por los lugares que inspiraron al autor para escribir obras como “Aura” (1962) y “Cuentos sobrenaturales” (2007).

La escritora conducirá a los caminantes a través de la fantasmagoría oculta entre el tezontle y las celosías barrocas de la Calle de Donceles, evocando el olor a humedad, encierro y plantas podridas de la casona donde se desarrolla la novela corta más famosa del escritor.

“Aura es una historia magnífica, escalofriante, con elementos del horror gótico pero con una forma narrativa mucho más moderna. Chac Mool combina elementos prehispánicos con la vida cotidiana de un México instalado en la modernidad y el progreso para lograr que el lector se sienta ajeno a su realidad inmediata y viva la escalofriante sensación de enfrentarse a lo siniestro”, señaló la también locutora en declaraciones difundidas por el INBA.

Para Gabriela Damián, este recorrido es una buena oportunidad para invitar al lector a adentrarse en los cuentos fantásticos de Fuentes. “Existe un prejuicio generalizado en esta clase de literatura, pues no se celebra tanto como la obra realista o más política”, aseguró.

Sostuvo que los cuentos sobrenaturales representan la parte más imaginativa, más lúdica, de un autor canónico a quien se le adjudican intereses más solemnes, distanciados de una exploración de la sombra de la condición.

“A veces creemos que nuestros modelos de fantasmas y monstruos no tienen nada que ver con nuestro entorno, calles y anécdotas cotidianas, pero al leer este tipo de obras nos podemos dar cuenta de que sí tenemos, esos referentes dentro de la literatura mexicana, una poética propia del horror, o de lo fantástico, y en abundancia”, finalizó.