Ciudad de México, México, 18 de agosto de 2025 ::: La percepción sobre la obesidad y sus implicaciones

médicas permanece anclada a expresiones que impulsan el estigma en las conversaciones diarias. Expertos señalan que este tipo de lenguaje no solo afecta la salud mental de las personas, sino que también dificulta el acceso a tratamientos adecuados al generar vergüenza y discriminación. Es necesario un cambio en la narrativa pública para abordar este problema de salud desde una perspectiva más empática y basada en la ciencia.
 Frases como “solo es cuestión de comer menos y moverse más” continúan formando parte del entorno social y virtual en México durante 2025, a pesar de la creciente evidencia científica que define a esta condición como una enfermedad crónica, progresiva y tratable.
De acuerdo con un estudio y por especialistas de Lilly, compañía farmacéutica dedicada a transformar la ciencia en soluciones de salud para mejorar la vida de las personas a nivel mundial, la obesidad está relacionada con factores genéticos, hormonales, metabólicos y sociales.
El uso de medicamentos para tratarla suele ser motivo de juicio social y desacreditación, aunque forman parte del abordaje integral y a largo plazo que recomiendan profesionales de la salud. 
“Los medicamentos para el manejo de la obesidad, forman parte del tratamiento integral y a largo plazo para quienes viven con esta enfermedad crónica y progresiva. No están diseñados con fines estéticos ni son una 'salida fácil’, sino una herramienta clínica”, afirmó el doctor Santiago Posada, vicepresidente de Asuntos Médicos de Lilly para América Latina en un informe médico.
Diversos mensajes disfrazados de consejos, memes o comentarios “inofensivos” contribuyen a una narrativa que minimiza la obesidad como asunto médico y fortalece patrones de discriminación.
De acuerdo con organizaciones consultadas por el informe médico, conceptos habituales como “la obesidad es una excusa para no cuidarte” ignoran que factores biológicos y psicológicos influyen de modo relevante en esta condición.
Muchas personas viven intentos reiterados de perder peso en un contexto donde la genética, el metabolismo, la salud mental y el ambiente resultan determinantes.

::: Uso de medicamentos para la obesidad
Otra idea persistente relaciona el uso de medicamentos para la obesidad con una motivación estética.
Esta suposición distorsiona la función médica de dichos tratamientos, que están indicados para reducir riesgos asociados como la diabetes tipo 2, la apnea del sueño o las enfermedades cardiovasculares. 
“Usarlos por razones superficiales no solo es irresponsable, también distorsiona y minimiza su valor clínico”, establecen fuentes médicas recogidas por este medio.
Modificar el discurso social respecto a la obesidad implica reconocer su naturaleza como enfermedad e informar sobre la multiplicidad de factores que intervienen en su desarrollo.
Profesionales y colectivos de salud insisten en que un enfoque informado y respetuoso facilita el acceso a tratamientos apropiados y reduce el impacto del estigma en quienes viven con esta condición.