La Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM), bajo la dirección de José Areán, inició su Temporada 2014 con un magno concierto, que incluyó obras de los compositores alemanes Ludwig van Beethoven, Christoph Willibald Gluck y Richard Strauss.
Momentos antes de iniciar el concierto, José Areán, director artístico de la agrupación filarmónica, ofreció una breve introducción sobre el programa que se ejecutó anoche en la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli (CCOY).
Explicó que la “Obertura Coriolano. Op. 62”, de Beethoven (1770-1827), es una pieza seguramente inspirada en la obra de William Shakespeare (1564-1616).
Abundó que esta melodía creada en 1807 musicalmente cuenta con elementos muy específicos, tal como se muestra en su inicio en el que se escucha una nota fuerte a cargo de las cuerdas, a la que sigue un acorde y luego un silencio.
“Silencio en Beethoven que es altamente importante. Es tan musical su silencio como lo dicen sus frases, que se vuelve a repetir y repetir. Estos silencios no nos proponen un momento de calma, sino por el contrario, tratar de saber qué es lo que viene”, detalló el director.
De la ópera “Orfeo y Eurídice”, de Willibald Gluck (1714-1787), comentó que de ésta destaca “Che faró senza Eurídice”, aria de gran importancia en la historia de la música por ser melódica y muy fácil de entender.
“Nos lleva de la mano prácticamente. Sin embargo, es un momento dramático que le diera oportunidad al personaje de mostrar cuáles son esos sentimientos, por lo que es una de las piezas más hermosas y grandes”, destacó.
Sobre “Así hablaba Zaratustra, Op. 30”, señaló que esta obra es conocida por la película “2001 Odisea Del Espacio”, del cineasta Stanley Kubrick (1928-1999), uno de los grandes realizadores del cine, quien destacó por su calidad como director y por su capacidad de saber qué música va acorde a sus producciones.
“Kubrick utiliza muy bien esa fanfarrea al principio de la cinta, para hacernos sentir cómo debemos trascender y cómo podemos tener un viaje que no sólo sea un paseo sin significado, sino un paseo con sentido y que nos cambie la vida y nos deje en otro lugar”, apuntó Areán.
Posteriormente inició el concierto con la “Obertura Coriolano. Op. 62”, obra que magistralmente ejecutó la OFC bajo la batuta del maestro Areán y en la que los músicos de la agrupación mostraron técnica y talento, que les valieron los aplausos del público.
Ante las fuertes ovaciones de los asistentes, apareció en el escenario la mezzosoprano Carla López Speziale, para interpretar arias de “Orfeo y Eurídice” como “Che puro ciel”, “Addio i miei sospiri”, “Danza de las furias” y “Che faró senza Eurídice”.
El canto de la mezzosoprano originario del Estados de México cautivó desde la primera pieza a los espectadores, por su potente voz e interpretación que plasmó en cada una de las arias, en las que además mostró la riqueza de sus tonos vocales.
Para terminar el concierto, la agrupación tocó “Así hablaba Zaratustra. Op. 30”, de la cual se desprenden los movimientos “Introducción”, “De los del trasmundo”, “Del gran anhelo”, “De los gozos y pasiones”, “El canto fúnebre”, “Del saber”, “El convaleciente”, “El canto de la danza” y “Canción del sonámbulo”, que el público aplaudió fuertemente y por varios minutos.