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La escritora mexicana Elena Poniatowska agradeció el Premio Cervantes con un discurso de marcado carácter social en el que ha tenido muy presente a los perdedores de América Latina y ha recordado al gran escritor colombiano Gabriel García Márquez, fallecido el pasado jueves.

La escritora y periodista citó también en su discurso a otro excelente escritor fallecido recientemente, el mexicano José Emilio Pacheco, ese amigo que le hablaba de "la inmensa vida de México", y al premio nobel Octavio Paz.

Rodeada de sus tres hijos y de siete de sus nietos y vestida con el traje "rojo chillón y amarillo" que le regalaron las mujeres de Juchitán (Oaxaca, México) para que se lo pusiera en ocasiones solemnes, la escritora recordó al principio de su intervención a las otras tres escritoras que han ganado el Cervantes.

Antes de pronunciar el conocido "En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme", Poniatowska aseguró que se trataba de "un gran honor leer aquí el capítulo primero de 'El Quijote'".

La anécdota del acto se produjo cuando dos personas presentes en el abarrotado salón del Círculo de Bellas Artes gritaron "viva México" justo antes de que la escritora y periodista comenzará con la lectura, gesto al que Poniatowska respondió con una afirmación de cabeza y una sonrisa.

Poniatowska, que acudió al Círculo de Bellas Artes de Madrid acompañada de sus tres hijos, recibió a la salida numerosas muestras de cariño por parte de compatriotas suyos.

La lectura de "El Quijote", tras el inicio a cargo de la premio Cervantes, fue continuada por el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert; la alcaldesa de Madrid, Ana Botella; el presidente del Círculo de Bellas Artes, Juan Miguel Hernández de León, y la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes.