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Considerado el antecedente directo de lo que hoy es el conglomerado humano de la Ciudad de México, la zona arqueológica de Cuicuilco podría tener en el corto plazo un discurso completo sobre lo que fue en sus años de gloria; hasta hoy, la información sobre el tema es fragmentaria.

“Actualmente trabajamos sobre esa línea de investigación, a fin de obtener más y mejor información que nos lleve a la elaboración de un gran mapa físico, social, económico, político y cultural, completo de lo que fue Cuicuilco. Eso es bastante difícil porque la erupción del Xitle dejó una evidencia reducida”.

Así lo refirió, durante una entrevista el doctor Felipe Ramírez, director del proyecto arqueológico Cuicuilco, quien pese las muchas limitaciones presupuestales y de recursos humanos, asume ese reto como personal, más allá del esfuerzo que hace el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

El objetivo del proyecto profesional del entrevistado se basa en la conservación, mantenimiento y preservación de los monumentos que integran la zona, debido a que el inexorable paso del tiempo, la intemperie, la contaminación ambiental y los miles de visitantes recibe al año la dañan, y todo se agrava si no se le atiende.

Explicó que su labor es frenar ese daño, y evitarlo, y en los casos de estructuras que hoy ya presentan alguna afectación porque son edificios muy antiguos, como el Gran Basamento que tiene por lo menos dos mil 700 años de antigüedad, se requiere de una labor aun mayor para lograr su preservación a pesar del paso del tiempo”.

Detalló al decir que con las acciones del viento y la lluvia hay desprendimientos del recubrimiento de las fachadas. “Esas importantes partes de los monumentos son las que hay que estar reparando constantemente, viendo en qué secciones el clima ha afectado más, no sólo en el edificio principal sino en Cuicuilco B”.

Para ello dijo, permanentemente se contrata a personal que él mismo capacita, desde albañiles y peones, hasta especialistas en diversas disciplinas. “Desde el año 2011 cuento con un equipo de trabajadores que a la fecha ya conocen las labores que se deben realizar para restaurar, así como los materiales a utilizar”.

Sobre ese aspecto, el doctor Felipe Ramírez puso en relieve que los materiales que se emplean en cada reparación son similares, si no es que idénticos, a los que se utilizaron originalmente para la construcción de los monumentos que forman la zona, es decir, Cuicuilco, “Cuicuilco B” y las evidencias de la gran Poligonal.

Se trata de piedra y arcilla, materiales que hace más de 2 mil 500 años tal vez fueron obtenidos en la misma zona donde se halla Cuicuilco, los Pedregales localizados en la parte Sur de la Ciudad de México. “El paisaje que vemos hoy es producto de la erupción del Xitle, pero antes, eran barrancas con terrazas artificiales”.

Esos elementos se utilizaron como espacios para establecer los monumentos que actualmente son joyas arqueológicas. “Los materiales existían en la zona, los cuales se sacaban, se limpiaban y se utilizaban en las construcciones”, abundó en sus declaraciones el especialista, sentado en una banca de las áreas verdes de allí.

CUICUILCO, HOY

  • Cuicuilco, hoy, está dividida en varias secciones. Cuicuilco “A” es básicamente el área del gran Basamento y otros monumentos como el E-1 y “La Kiba”, pequeño círculo de piedras planas o lajas con inscripciones un tinta rojiza, ya muy pálida, un monolito llamado La Kiba, al pie de la pirámide de Cuicuilco, en el lado sur.
  • La otra sección es “Cuicuilco B”, comprendida en lo que actualmente es la Villa Olímpica. “Ahí existen cuatro edificios que todavía se conservan: El edificio 2 conocido como ‘Palacio’, el Edificio 6, el Edificio 8, y el Edificio 9; “Cuicuilco C”, fue una zona destruida para construir el edificio de “Elektra”, del Grupo Salinas.
  • Dijo que “era un edificio único en su clase y en su momento. Desgraciadamente, cuando hicimos la exploración y las obras de salvamento de ese edificio lo que encontramos fueron los puros cimientos. Recuperamos la información, hicimos dibujos y liberamos el terreno para la construcción de las torres” que hoy vemos.
  • Finalmente, está “Cuicuilco D”, que es donde actualmente se encuentra el Centro Comercial Plaza Inbursa, añadió el entrevistado, para luego señalar que “lo que hemos descubierto ahí es la evidencia de un canal de la época preclásica que en sus investigaciones descubrió el arqueólogo Alejandro Pastrana, gran maestro”.
  • Del Cuicuilco original hoy quedan entre 40 y 60 hectáreas. En su momento de esplendor, tuvo alrededor de 400 hectáreas y una población de 20 mil habitantes. “Cuicuilco es el antecedente de la Ciudad de México, por ser uno de los sitios más tempranos y antiguos de la Cuenca del Valle de México”, acotó el experto.
  • “Cuicuilco tiene datada su época más temprana del año 800 a.C., al 250 d.C., año en que fue abandonado a raíz de la erupción del volcán Xitle. Al darse esa erupción, Cuicuilco se encontraba en su máximo esplendor como civilización, ya en competencia con el desarrollo de Teotihuacán, aunque Cuicuilco nació primero.