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Especialistas reunidos en el LXV  Congreso de la Federación Mexicana de Colegios de Ginecología y Obstetricia A.C., coincidieron en la importancia de promover el uso adecuado de la anticoncepción de emergencia (AE) principalmente entre la población adolescente, toda vez que es la más vulnerable en la presencia de embarazos no planificados.

Con base en cifras proporcionadas por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), los alumbramientos de madres adolescentes representan una proporción creciente si se considera que en el 2000 los nacimientos correspondientes a mujeres entre 15 y 19 años representaban el 15.7% y en 2013 esta proporción ascendió a 16.3%.

“La salud de los adolescentes es un factor clave para el progreso social, económico y político de nuestro país, por ello es necesario acercarles información veraz y certera sobre salud reproductiva, en la que el uso del condón como instrumento para prevenir infecciones de transmisión sexual y el uso correcto de  anticonceptivos de uso regular y de emergencia, sean la prioridad”, explicó el  Especialista en Ginecología y Obstetricia, doctor Alejandro Vázquez Alanis.

Información de CONAPO también revela que 4 de cada 10 embarazos en adolescentes no fueron planeados y que las entidades con mayor índice de casos son Sonora, Colima y el Distrito Federal.

“Los embarazos en adolescentes se asocian con mayores tasas de morbilidad y mortalidad, tanto para la madre como para los recién nacidos, quienes por lo regular presentan problemas de bajo peso. Además, se sabe que en promedio las madres adolescentes se atrasan dos años con respecto a su grupo de edad para completar sus estudios y tienen mayor probabilidad de vivir en la pobreza” comentó el Dr. Vázquez Alanis.

Ante el impacto de los embarazos no planificados en adolescentes, los especialistas convinieron en recordar que la anticoncepción de emergencia, principalmente con Levonorgestrel (PAE-LNG), constituye un recurso seguro y eficaz, ya que esta sustancia cuenta con la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y durante más de 30 años en el  mundo y 10 en México,  ha demostrado resultados en millones de mujeres quienes la han tomado de manera inmediata y hasta 120 horas después de una relación sexual desprotegida.

“Gracias a su doble mecanismo de acción, Levonorgestrel inhibe la ovulación y aumenta la viscosidad del moco cervical, impidiendo el paso de los espermatozoides a la cavidad uterina, interfiriendo en la fecundación”, explicó el Dr. Alejandro Vázquez Alanis.

CUADRO

Principales mitos asociados con el uso de la anticoncepción de emergencia

$1-       Sólo debe utilizarse en situaciones de emergencia, es decir, cuando no se usó algún anticonceptivo, existió rotura, deslizamiento o mal uso del condón, falló el coito interrumpido o el cálculo de un método de abstinencia periódica, hubo expulsión de un dispositivo intrauterino o se olvidó la toma de tres o más píldoras anticonceptivas en un ciclo

$1-       No es un método anticonceptivo de uso regular, sin embargo, debido a la carga hormonal contenida, se recomienda que no se ingiera más de 4 veces al año, toda vez que su uso frecuente puede modificar los ciclos y flujos menstruales, que pueden ocasionar una falla y con ello un embarazo no planificado.

$1-       No altera la salud ni compromete la fertilidad futura, de hecho la sustancia se elimina en 38 horas del organismo, por lo que en caso de que se esté utilizando un método regular, éste se puede reiniciar día siguiente de la toma de la PAE-LNG.

$1-       No es un método abortivo, pues retrasa la ovulación y aumenta la viscosidad del moco cervical impidiendo la fecundación. En caso de que el Levonorgestrel se use cuando ya se ha implantado el óvulo fecundado, la glicodeína que se libera protege el desarrollo del feto.

·         No promueve el desarrollo de ningún tipo de tumoración (quistes, miomas o cáncer)

·         Todas las mujeres pueden utilizarla, salvo quienes vivan con diabetes o cáncer y no tengan un - control adecuado de sus padecimientos.

·         No debe tomarse antes de la relación desprotegida,  ya que el periodo de protección se acorta, aumentando las posibilidades de fecundación.

·         No promueve embarazos múltiples, si bien actúa sobre el ciclo de ovulación, en 30 años de experiencia no se ha presentado evidencia que señale esta relación.