La Osteoporosis se define en el adulto como la disminución de la masa ósea asociada al deterioro de los huesos, con el aumento consecuente del riesgo de fractura. En el niño, la definición es más precisa y se refiere a la disminución de la resistencia del hueso, que se ve sobrepasada por la carga, lo que hace que el hueso sea más susceptible a sufrir fracturas.
De acuerdo con el doctor Miguel Ángel Guagnelli, Endocrinólogo Pediatra e investigador en la Unidad de Epidemiología Clínica del Hospital Infantil de México Federico Gómez, la osteoporosis en pacientes pediátricos puede encontrarse en forma primaria o asociada a enfermedades crónicas, en todos los casos es fundamental instrumentar las medidas para optimizar la adquisición de masa ósea durante la etapa pediátrica, y lograr así una masa ósea adecuada durante la edad adulta.
Por ejemplo, el raquitismo causa huesos blandos y débiles en los niños. Este padecimiento suele ocurrir cuando no reciben suficiente vitamina D, que ayuda a los huesos en crecimiento a absorber nutrientes importantes. Algunos alimentos también contienen vitamina D, inclusive los productos derivados de la leche como el yoghurt y el queso petit suisse, los cereales fortificados y algunos tipos de pescado.
Es posible que un niño no reciba suficiente vitamina D si:
• Tiene la piel oscura
• Pasa muy poco tiempo al aire libre
• No consume alimentos que contienen vitamina D por intolerancia a la lactosa o por una dieta vegetariana estricta
• No puede producir, ni utilizar la vitamina D debido a un trastorno clínico, tal como la enfermedad celíaca