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Los masajes prenatales tienen el mismo objetivo que los masajes regulares: relajar los músculos tensos, aliviar puntos dolorosos, mejorar la circulación y hacer sentir bien a la futura madre. La única diferencia es que están diseñados para las necesidades de las mujeres embarazadas y sus cuerpos, los cuales cambian constantemente.

Dicho tratamiento ayuda a relajar y aliviar tensiones además de ser un método eficaz para mitigar el dolor y los efectos de algunas de las dolencias más comunes de la gestación.

El cuerpo de la mujer padece numerosos cambios durante el embarazo, por ejemplo, el 71% de las embarazadas sufre dolor lumbar, el 46% dolor provocado por la inflamación del nervio ciático y el 65% dolor pélvico. Son algunas conclusiones del reciente estudio 'La prevalencia del dolor lumbar y el dolor pélvico en las embarazadas y factores asociados a un mayor riesgo de padecerlos', realizado por la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda.

Los masajes son una de las estrategias más efectivas para contrarrestar el incremento de peso, retención de líquidos, estrés, problemas circulatorios, entre otros.

Recibir un masaje durante el embarazo es una forma estupenda de relajarse, para ello, los especialistas ofrecen dichos tratamientos que ayudarán a calmar las molestias en espalda, piernas y caderas, propiciando la activación  de la circulación, desintoxicando el organismo y evitando la retención de líquidos. Sin aceites esenciales por no se recomendables durante el embarazo.

Existen algunas indicaciones que son muy importantes seguir, por ejemplo:
Este masaje sólo puede recibirse a partir del tercer mes de gestación además de ser muy recomendable pues suaviza la piel y la musculatura, rebaja y relaja el dolor de piernas y espalda y mejora el sistema inmunitario y respiratorio. Dicho masaje también aumenta el bienestar en la futura mamá y produce una mejora de autoestima y aceptación para los innumerables cambios corporales que sufre el cuerpo durante y tras el embarazo.

El masaje prenatal también crea una relación medular entre madre e hijo debido a que establece un contacto más estrecho entre la madre y su bebé ya que el feto es muy sensible al estado de la madre y reacciona a los estímulos ambientales desde el tercer mes de embarazo. Dicho tratamiento ayuda a crear un ambiente uterino más sano y tranquilo para el bebé. Estos beneficios serán mayores si el masaje es aplicado por la pareja, pero para eso es necesaria la asesoría de un especialista que indicará los movimientos, presiones y cuidados que la madre necesita.