“Tal patología posee síntomas muy particulares, entre ellos la prisa por orinar, la percepción de ardor al llevarlo a cabo, e incapacitación para expulsar escasas cantidades de líquido”.

 

Así lo manifiesta el especialista en Urología, Gregorio Escribano del sanatorio Beata Maria Ana localizado Madrid. El cual añade; que mayormente si bien dicho trastorno presenta indicios molestos para quien la padece, en ocasiones podrían ser asintomáticos,y en el caso de afectar al riñón podria traer consecuencia y problemas más serios.

Por ello, en el caso de experimentar alguna de estas anomalías, lo más conveniente es acudir a su médico de cabecera, quien determinará si es necesario realizar análisis o no previo a recetar un tratamiento, en la mayoría de los casos suele solucionarse con antibióticos. Cabe destacar que, pese a que el Monurol no está disponible sin receta, el medicamento es una de las prescripciones más empleadas para tratar la afección urinaria gracias a su principal agente activo (Fosfomicina) que combate la infección y ofrece una excelente respuesta general, señala el experto Escribano.

Por otro lado, de acuerdo a un estudio realizado en España, el 37% de las mujeres señalaron que sufrieron de dicho trastorno, y más del 32% indicó que llegó a padecerlo incluso en más de una oportunidad. Es importante mencionar, que las mujeres sexualmente activas, al igual que aquellas que se encuentran en el ciclo de la menopausia son quienes presentan mayores probabilidades de llegar a experimentarlo.

Principales síntomas

- Permanente necesidad de orina: Uno de los indicios más evidentes es la micción constante o polaquiuria. En vista que comienza a experimentar cierto ardor o escozor, siente la urgente necesidad de orinar reiteradamente.

-No poder expeler más que solo pequeñas cantidades de líquido al orinar: A causa de la continuidad de las micciones, la dosis de orinar que se expele irá disminuyendo, lo cual al mismo tiempo hará que la sensación de ardor aumente.

-Malestar y sensación de ardor al ir a orinar: Conforme la afección se propaga, y en particular en el contexto de reducir el consumo de líquidos, comienzan a manifestarse dolores y molestias al miccionar. En el caso de dejarlo avanzar podria llegar a expeler sangre.

-Sangre en la orina: Si para prevenir y reducir la frecuencia de orinar opta por minimizar el consumo de líquido y la afección sigue su curso. Como bien mencionamos previamente el tono de la orina se verá alterado. Principalmente se debe a que comenzará a despedir glóbulos rojos como resultado de dicho trastorno.

 

 

-Olor fuerte en la orina: Pese a que el olor no suele verse afectado en un comienzo, en el momento que la afección no es tratada, conforme avanza podria comenzar a experimentar ciertas modificaciones en la misma, una de estas es el mal olor.

-Estremecimiento y fiebre: En el momento que la infección en la orina se localiza en los riñones, o se desarrolla hasta afectarlos, uno de los indicios más frecuentes son los espasmos y escalofríos. Asimismo, esta llega ocasionar fiebre.

-Sensación de náusea: Pese a que esta sensación, al igual que el llegar a devolver son otras de las señales más frecuentes al padecer de infección urinaria en los riñones, no acostumbran a manifestarse en el momento que se presenta en la vejiga o la uretra.

-Molestia o dolor en la espalda: En el momento que la infección se localiza en la uretra, el dolor no aparece. Mientras que, en el caso de la vejiga, suele manifestarse como una presión en la sección baja del abdomen. Ahora bien, si esta se aloja en los riñones, allí es cuando comienzan a experimentarse los dolores en la espalda y a los lados.