20130304deportistas

Existe una técnica especializada que permite medir el cuerpo humano en movimiento, es conocida como cineantropometría y resulta clave para que los deportistas, incluyendo a los de alto rendimiento, puedan desarrollar mejor sus potencialidades.

Lo ideal es dirigir a la persona desde su infancia, a partir de las indicaciones de los especialistas, por ejemplo: un antropólogo físico, un entrenador deportivo, un nutriólogo, un psicólogo y un médico del deporte, de igual manera considerar sus medidas cineantropométricas.

“Con ese trabajo multidisciplinario se puede hacer un seguimiento de las capacidades del individuo mediante estudios de crecimiento y maduración durante sus inicios en un deporte, y determinar si tiene o no las cualidades necesarias para triunfar en él”, señaló Julieta Aréchiga, del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM y coordinadora del seminario Antropología del Deporte.

Generalmente, un saltador de vallas con piernas cortas no destacará en atletismo, o un portero de poca estatura en futbol, aunque hay excepciones que suplen esas carencias con entrenamiento exhaustivo, flexibilidad, rapidez, reflejos y visión.

“Actualmente, los deportistas mexicanos de élite ya no son tan diferentes de los de otros países. Para practicar basquetbol, un individuo debe tener una talla X, y ahora tenemos chicos muy altos en el país.”

No obstante, Aréchiga considera que el problema es que los atletas olímpicos de México a veces son formados en un cuatrienio; es decir, entre unos juegos olímpicos y otros, y deben competir con quienes tienen doce años de edad deportiva.

 

Cursos en México

La cineantropometría se puede aplicar en toda la ontogenia humana (desde la etapa fetal hasta la vejez) y en todos los deportes. Mientras en Cuba se recurre a ella para seleccionar, desde edades tempranas, a niños que tienen aptitudes para desarrollar una actividad atlética, en México aún no se aprovecha.

Aréchiga imparte cursos sobre la materia en el Posgrado en Diseño Industrial de la UNAM y en el Instituto de Investigaciones Antropológicas. En ellos enseña a medir el cuerpo humano en movimiento tanto a nutriólogos, médicos y traumatólogos como a otros especialistas interesados en el tema, para que el error técnico de la medición sea reducido. (ILM)