visionlaboral-web

El conflicto entre la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) y Aeroméxico, no tiene salida porque es una clara embestida en contra de los trabajadores, y aceptar la reducción de las prestaciones para los de nuevo ingreso es aceptar el desmantelamiento de la seguridad social, informó la organización sindical

Fuentes acreditadas de ASSA, señalaron que la postura de su dirigencia sindical encabezada por Ricardo del Valle, no renuncia a defender a los derechos laborales, porque si bien se puso sobre la mesa un llamado contrato “B”, éste es para afectar a los trabajadores de nuevo ingreso, y no se puede permitir que la seguridad social quede a la deriva.

Se espera que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, donde se encuentra la demanda del llamado Conflicto de Naturaleza Económica, no se realice de manera unilateral, porque lo que busca Aeroméxico es sentar un precedente para futuras contrataciones en las que se deslinda la empresa de cubrir las prestaciones y la seguridad social, lo cual resulta contrastante con lo que ha anunciado el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, de que todos los trabajadores tengan esta seguridad en su empleo.

A su vez, el líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de Transporte, Transformación, Aviación y Similares (SNTTTASS), Miguel Ángel Yúdico Colín, dijo que solo con unidad se podrá hacer frente a las ofensivas de las empresas, porque en ya fueron los trabajadores de tierra, ahora sobrecargos y lo que sigue serán pilotos, porque las empresas no quieren ya pagar salarios justos, sino solo obtener grandes ganancias.

En el caso de Mexicana de Aviación, dijo que no hay nada firme hasta el momento, se espera la decisión de la juez Edith Alarcón, sobre el concurso mercantil, pero se está “echando la bolita” con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, y de los inversionistas pues se han retirado ante tantas trabas burocráticas y políticas, y los que dicen que están dispuestos a rescatarla la quieren regalada y eso no se va a permitir, menos que renuncien a sus derechos la mayoría de los trabajadores.