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Personal de la delegación Azcapotzalco denunció que en 2013, la demarcación recibió mil 215 millones de pesos, en 2014 mil 344 millones y este años mil 440 millones para garantizar el buen funcionamiento de la misma; sin embargo, luego

de la entrega de las oficinas, la actual administración dijo que los trabajadores no tienen los medios para laborar adecuadamente y tampoco cuentan con instalaciones adecuadas.

“Estamos recibiendo la Delegación luego de un proceso de transición opaco, limitado y ríspido. A partir del 1º de octubre desaparecieron los funcionarios salientes y ha sido muy difícil que se presenten para entregar las oficinas correspondientes”, estableció la actual administración a cargo de Pablo Moctezuma Barragán.

En el comunicado, la demarcación estableció que también se suspendieron los servicios de gas y combustibles a todas las áreas, afectando a servicios de los crematorios, ambulancias, protección civil, jardinería, basura, alumbrado, y más.

Además de los servicios, se denunció que también se suspendieron actividades en toda la demarcación por ejemplo, en algunas colonias se suspendieron clases de zumba, eventos culturales, lectura en voz alta, a pesar de que ya se había pagado por adelantado a algunos maestros.

“En el deportivo La Rosita estaban cerrados los baños al público, pues se informó que son de uso exclusivo del Delegado, encontrándonos con instalaciones muy bien cuidadas un Spa que contrasta con las instalaciones en los demás baños y en las instalaciones de la Delegación”.

Otra de las denuncias es que hay un control deficiente de los inventarios. Un 75% de los vehículos se encuentran en un estado “desastroso” y 115 de ellos están pendientes de baja por falta de mantenimiento, algunos están fuera de circulación por necesitar reparaciones menores.

También afirman que el conmutador por intranet no tiene mantenimiento desde hace 5 años, además de que hay líneas insuficientes. Es inservible por obsoleto y la comunicación interna es muy deficiente por usar un sistema analógico, incompatible con el digital.

“Las oficinas están desprovistas de computadoras e impresoras. Encontramos las instalaciones en estado deplorable, techos cayéndose y goteras en casi todos los edificios y locales. Todos los baños en estado deplorable. De modo que es claro que no se ha dado  ningún mantenimiento, en detrimento de los trabajadores y usuarios”.