La delegación Cuauhtémoc, convertida en una agencia de colocaciones, para los amigos, compadres, familiares y aviadores, y de esa forma el jefe delegacional cunple con sus compromisos políticos y económicos que contrajo durante su campaña para ocupar la sede, bajo el cobijo de los diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF):

Contrario a lo que integrantes de la bancada perredista en la ALDF, creían, su correligionario, el diputado Agustín Torres Pérez, se sumó al punto de acuerdo presentado los la diputada panista, Gabriela Salido Magos, en donde se exhortaba al Jefe Delegacional en Cuauhtémoc, Alejandro Fernández Ramírez a cumplir con la ley y “realizar las modificaciones necesarias en su estructura orgánica a fin de cumplir con lo establecido en el artículo 38 de la ley orgánica de la administración pública del Distrito Federal”.

Sin embargo, una vez más la mayoría perredista se impuso, aún contraviniendo y violentando el reglamento interno, al insistir en que la votación que en un principio había sido favorable a la propuesta de la panista, se repitiera para de esta forma encubrir al delegado conocido como “El Potrillo” y solapar siga pisoteando las leyes.

Es por eso que ahora la bancada panista, a la cual se sumó el grupo priísta al momento que los representantes de ambas fracciones abandonaron la sesión en protesta a las anomalías solapadas por la secretaria de la Comisión de Gobierno de la ALDF, estudia la posibilidad de denunciar ante la Contraloría capitalina esta anomalía cometida por Fernández Ramírez al designar a Jimena Martín del Campo Porras en la dirección administrativa delegacional.

Y es que de acuerdo a la legisladora del blanquiazul, Jimena Martín del Campo Porras “no cumple con lo establecido en el artículo 38 de la Ley Orgánica de la Administración Pública del Distrito Federal”, por lo que “es necesario que el titular de la Delegación Cuauhtémoc gire sus instrucciones para poder dar cumplimiento cabal a los ordenamientos y normas vigentes que rigen su actuar como servidor público emanado de las urnas; respetando en todo momento el voto de sus representados”.