En diciembre del añorable 2019, todos los que jugueteábamos por la orilla del pacífico en Santa Mónica
experimentábamos el COVID más ignorante –aunque no el último– de nuestras vidas.
En diciembre del añorable 2019, todos los que jugueteábamos por la orilla del pacífico en Santa Mónica
experimentábamos el COVID más ignorante –aunque no el último– de nuestras vidas.