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La construcción del tren suburbano que cruzará sobre el cinturón de grietas, en Iztapalapa, es en total opacidad, no obstante que funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT),  reconoce la existencia del proyecto Chalco-Constitución de 1917, pero omite información sobre mecánica de suelo.

Debido a que el Gobierno federal proyecta construir en viaducto elevado la tercera línea del Tren Suburbano sobre la calzada Ermita Iztapalapa, sin explicar cómo se planea sortear la problemática de grietas y hundimientos diferenciales que se registra en la zona, la diputada Ernestina Godoy exigió al titular del Ejecutivo, Enrique Peña Nieto, informar los impactos de esta magna obra.       

De acuerdo a un oficio de la Dirección de Transporte Ferroviario y Multimodal de la SCT, se reconoce la existencia del proyecto y omite información importante sobre los estudios de mecánica de suelo.

El oficio firmado por Roberto Chico Pérez, se limita a señalar que para evaluar la viabilidad del proyecto ya fueron realizados los estudios de demanda, técnicos, financieros, económicos y legales, pero sin hacerlos del conocimiento de la comunidad.

Ante ello, solicitó a los titulares del Ejecutivo Federal y a la SCT, una explicación pública del proyecto e informar los detalles de los estudios que soportan su viabilidad, principalmente porque las zonas de la calzada Ermita Iztapalapa a la altura de Santa Martha Acatitla y Santa Cruz Meyehualco, enfrentan el problema grave de grietas y hundimientos diferenciales.  

La falta de información en la ejecución de las obras para la construcción de la Línea tres del Tren Suburbano que correrá de Chalco, estado de México, a la delegación Iztapalapa sobre la avenida Ermita Iztapalapa hasta Constitución de 1917, está generando incertidumbre entre los habitantes de las colonias colindantes, aseguró la diputada Ernestina Godoy Ramos.

A decir de las autoridades federales, comentó, esta obra proporcionará “servicios de transporte masivo, seguro, competitivo y eficiente, así como la reducción de tiempo de transporte a la población, contribuir en la solución del congestionamiento vial de la zona, disminución de emisiones contaminantes y una reducción potencial en el gasto dedicado al transporte de las familias de estratos medio y bajo”.

Indicó que nadie puede estar en contra del transporte masivo y ecológico, pero cuando éste no tiene una explicación pública y transparente sobre los impactos positivos y negativos, trae como consecuencia las manifestaciones y la protesta social.

Por ejemplo, señaló: la Av. Ermita Iztapalapa se convierte en la parte baja de la Sierra de Santa Catarina donde sus pendientes y laderas descargan millones de metros cúbicos de agua en época de lluvia hacia la laguna mayor y menor de Iztapalapa, y una obra de alto impacto siempre requiere garantizar la seguridad a los usuarios.

De ahí que la legisladora reiteró su exigencia a Enrique Peña Nieto para que dé a conocer los estudios de mecánica de suelo, de protección civil y ambiental, máxime si por la Av. Ermita Iztapalapa cruza el cinturón de grietas y hundimientos diferenciales, que actualmente afecta a más de 14 mil viviendas de la delegación Iztapalapa.