nochebus

En mi diario andar por los caminos oscuros de la noche en la “ciudad modelo” , la que muchos en provincia califican ahora como segura, pues porque seguramente no la conocen bien, he decidido cuando salgo de “farra” evitar llevar el auto, ahora menos en la Condesa, Roma y Polanco pues ya hay parquímetro hasta la 1 y aunque he puesto mi debido depósito en la “alcancía” ciudadana , no falta y por la noche más que los agentes de tránsito, deseen sacar algo para su cafecito nocturno y más cuando a uno lo ven con unas copas de más, así que decidí utilizar este transporte al que los servidores públicos han calificado con seguridad y certeza para “llegar al destino seguros”, celebramos y vemos con buen ánimo que impulsará la actividad económica y ayudará a los diversos sectores con un transporte público barato y eficiente”.

Así que inicie mi viaje “nochebusero” con muy buenos resultados, al menos esa noche.  

-12:22 am inicio mi travesía en el nochebús de la ruta del Circuito Bicenterario, pregunto al chofer ¿cuánto me cobra hasta aeropuerto? ¡Son 7 pesos!

Me acomodo en los asientos de en medio para tener una perspectiva de todos los que suben y bajan, por si las dudas, no llevo nada que llame la atención de los “amantes de lo ajeno”.

-12:40 a pesar de la hora, me percato que hay bastantes usuarios que utilizan este transporte, la mayoría son hombres de edad avanzada pero también, aunque pocas, mujeres jóvenes y mayores.

Me siento realmente aburrido, así que me acerco al chofer y empiezo una plática con él desde el asiento contrario, le platico que estoy realizando un reportaje y quita la cara de desconfiado y malhumorado con la que me recibió.

-12:53 am La pregunta obligada… Asaltos… sí, de repente se llegan a dar, pero con el pasaje, pues saben que los choferes no recibimos dinero. A lo mucho nos piden el celular. Usted sabe.

Me cuenta como las patrullas de las diferentes rutas les hacen señales para ver si todo anda bien.

La mayoría del pasaje es empleado, obrero, o son los que no alcanzan el Metro. Muy pocos son aquellos que vienen de una fiesta,   realmente son personas que trabajan en Hoteles o tienen un horario nocturno.

-1:20 Ya casi llegando a la Raza, hace la parada una señora de edad con dos grandes bolsas llenas de mercancía. Por supuesto, la ayudo a subir sus cosas y aprovecho para hacerle unas preguntas.

Lo primero que me platica es que la han asaltado, pero antes de subir o al bajar del autobús. Vende café y” lonchs” en la calle, cerca de un sitio de taxis, pero le cobran muy caro para dejarla en casa, así que con el nochebús aprovecha para ahorrarse unos pesos.

También me cuenta que a pesar de su edad avanzada, la han acosado… ¿Cómo que acosado? Le pregunto. Y afirma que hay hombres que se sientan en la parte del asiento trasero e intentan tocarla, asegura que ella sabe defenderse, pero le ha tocado ver cómo a jovencitas las molestan o incomodan con faltas de respeto, situación que de inmediato confirmó el chofer de la unidad.

-1:45 En amena plática, por el costado una patrulla le lanza luces a la unidad, el chofer abre la puerta y confirma que todo está bien.

-2:01 Le pregunto a la señora hasta donde va y me dice que hasta la base, le deseo suerte, agradezco al chofer su tiempo e información y aunque me falta caminar un tramo más, espero que no pase nada.

Fue un viaje, “seguro” pero eso mientras este uno en el autobús, después hay que rezarle cada quien a su santo para llegar con bien a casa.